El casco histórico de la ciudad ha de mejorar sus servicios, esto es, es bonito pero poco habitable. Es la conclusión que se desprende del informe elaborado por la Fundación Eroski, un estudio que deja en evidencia las deficiencias del centro de la capital granadina.

Según el informe, en el que se ha analizado la habitabilidad de las zonas antiguas de 18 ciudades españolas, el casco histórico de la capital granadina es de los peores valorados del país.

En el estudio se han analizado todos los factores que tienen que ver con la limpieza y el mantenimiento, los servicios y la accesibilidad, la movilidad y el mobiliario urbano del centro de cada ciudad (los técnicos de Consumer eligieron las ocho calles principales de los casco históricos, cuya valoración ha sido computada junto a la opinión de los residentes encuestados).

En el caso de Granada, el centro obtiene una calificación media de aceptable, aunque suspende en la valoración de las infraestructuras y la accesibilidad. En este sentido, el 65% de los residentes encuestados opina que la dotación de servicios en el casco histórico es insuficiente.

Consideran que faltan centros de salud, espacios para la tercera edad, farmacias, comercios, zonas infantiles, etc., es decir, "las infraestructuras y equipamientos adecuados para vivir con un mínimo de comodidad y cubrir sus necesidades básicas", subraya el escrito de la revista Consumer Eroski.

De igual forma, el 85% critica la accesibilidad por las "barreras arquitectónicas" y demás impedimentos físicos que dificultan el movimiento de las personas discapacitadas. En el apartado granadino, el estudio destaca la falta de equipamientos culturales en el centro, aseos públicos o señales de velocidad máxima en las principales vías.

La limpieza y movilidad, puntos fuertes

Granada, con un "aceptable", destaca por la limpieza de sus calles, la dotación de fuentes de agua potable y el mantenimiento del mobiliario urbano, según se desprende del estudio nacional. La movilidad es uno de sus puntos fuertes ya que "los vecinos de las calles peatonales (siete de las ocho inspeccionadas) no tienen que soportar apenas tráfico".

La otra cara de la moneda, las molestias que ocasionan a los residentes varios grupos de indigentes que se han instalado varias plazas de la centro. Y como muestra, un botón: la plaza de San Agustín, cuyos vecinos tienen que soportar "noche tras noche" las peleas, "botellazos" y el "mal ambiente" que "nos genera mucha inseguridad", comentan en la zona.

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