Tres militares de la Base Naval de Rota se enfrentan hoy a penas que van de los 36 a los 54 años de prisión por provocar un incendio en un edificio en el que mataron a dos personas, hirieron de consideración a otras tres y provocaron lesiones a otras siete, con el objetivo de vengarse de un mediador que no les había traído la cocaína que habían previamente apalabrado y pagado.

Según el relato acusatorio del fiscal que se escuchará hoy en la Sección Primera de la Audiencia Provincial, los procesados, J. C. L., A. F. G y J. F. P. S., decidieron el 11 de septiembre de 2005 salir juntos por la noche por la ciudad de Rota y, tras permanecer en un pub del lugar, sin constar lo que consumieron, decidieron ir a comprar cocaína. Así se dirigieron en coche, sobre las cuatro y media de la madrugada, a la calle Virgen de las Nieves, donde les constaba que podrían adquirirla.

Una vez allí encargaron a I. B. B. que les consiguiera la sustancia, para lo que aportaron sesenta euros. Pero el mediador se quedó con el dinero y no les entregó la cocaína, por lo que el procesado J. C. L. propuso ir a comprar gasolina para prender fuego al bloque donde habían visto introducirse a I. B. B., el número 4 de la citada calle.

Continúa el Ministerio Público que volvieron a tomar el coche y se dirigieron a la gasolinera más cercana, adquirieron gasolina y llenaron hasta su máxima capacidad una bolsa de plástico.

Volvieron a la calle Virgen de las Nieves y, mientras el tercero permaneció dentro de él en actitud vigilante, los otros dos procesados se introdujeron en el edificio. Allí se encontraron a L. K., a la que habían visto cuando concertaron la adquisición de cocaína con I. B. B., y le preguntaron por él y si allí se vendía droga. La mujer les contestó que nada sabía de ello y que se fueran de allí.

Los acusados esperaron que la mujer subiera las escaleras y procedieron a vaciar la bolsa de gasolina encima de los ciclomotores que se encontraban con el depósito vacío, en los bajos de la escalera y, con un mechero, prendieron fuego, provocando una gran llamarada que incendio el edificio de titularidad municipal.

Regresaron a la base como si nada

Luego los presuntos pirómanos se introdujeron en el coche que aguardaba y salieron del lugar rápidamente, para volver al pub y después a la Base Naval, sobre las seis de la mañana.

En el incendio murió el inquilino J. B. B., de 21 años, y su hija E. B. B., de once meses, mientras otras diez personas hubieron de ser asistidas de lesiones de diversa consideración.

Los procesados cumplen prisión preventiva desde el 11 de enero de 2006, en el caso del segundo y el tercero, y desde el 12 de mayo de ese mismo año en el caso del primero, con un atenuante de trastorno límite de la personalidad que afecta al control de los impulsos, en cuanto lo disminuye o dificulta.

A los tres se les imputa un delito de incendio, dos de asesinato y tres de lesiones, más otras siete faltas de lesiones.

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