Se trata de dos formas extremas en las que se presenta la ansiedad. La agorafobia es el miedo a estar en espacios abiertos, a lugares públicos, por lo que apenas salen de casa. Mientras que el trastorno de pánico es una ansiedad aguda que se manifiesta con alteraciones fisiológicas muy llamativas. En este último tipo, «una persona se puede llegar a quedar sin poder hablar durante unos minutos», explica Fulgencio Molina , jefe del servicio de urgencias del hospital San Carlos de Murcia.

Sin embargo, se estima que los médicos de atención primaria sólo detectan el 20% de los casos graves de ansiedad, según Carlos Jiribert, subdirector general de salud mental y asistencia psiquiátrica. De este modo, cerca de 43.000 murcianos padecerían el trastorno psiquiátrico.

En cuanto al número de personas que son propensos a tener ansiedad, como un estado emocional desagradable, «los estudios científicos aseguran que afecta a un 6,4% de la población», explica Jiribert. Extrapolado a la Región, la sufrirían unas 83.200 personas.

En cualquier caso, la ansiedad se puede curar. Se calcula que en un periodo de uno a seis meses, en función de la gravedad, con medicación y una terapia adecuada.

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Mujer, de 30 a 45 años

Éste es el perfil ideal de una persona que padece ansiedad, ya que el 67% son mujeres, según fuentes de Sanidad. Entre los síntomas, «dolor en el pecho y en el brazo izquierdo, palpitaciones o falta de aire», asegura el jefe de urgencias del hospital San Carlos, que añade que estas reacciones se puedan confundir con el abuso de sustancias como la cocaína o con una patología cardiaca. A pesar de que la ansiedad suele diagnosticarse en personas de más de 30 años, «se observa cómo en los últimos años los afectados por este trastorno son cada vez más jóvenes», explica el subdirector de salud mental.