Granada sigue siendo una provincia emigrante, aunque el perfil de quien se marcha dista mucho del de los años 50 ó 60. La Asociación Granadina de Emigrantes Retornados (AGER) atendió el año pasado 36.998 consultas de retornados con un perfil común: la mayoría son varones de unos 45 años que pertenecen a la primera generación de emigrantes. Viajan al extranjero para trabajar "por temporadas", no para residir, como en el pasado.

Los países principales receptores de los emigrantes granadinos en 2007 fueron Francia, Alemania, Suiza, Holanda y Bélgica, según ha explicado la secretaria de esta asociación, Consuelo Casas. Los emigrantes mayores que se acercan a este colectivo solicitan información sobre los derechos que han adquirido durante su estancia en el extranjero, que se convierten en su principal fuente de ingresos.

Sin embargo, los flujos migratorios que se producen hoy no tienen "nada ver con los de los años 50, 60 y 70", ha explicado la secretaria de AGER. A su juicio, aunque nos estamos convirtiendo en un país de inmigrantes, "sigue habiendo granadinos que cruzan la frontera, ya sea por la típica vendimia en Francia o para cualquier otra campaña".

La diferencia fundamental con la emigración pasada es que los actuales emigrantes que viajan al extranjero "ya no lo hacen para residir allí sino como temporeros, con salidas puntuales, pero sí que seguimos siendo exportadores de mano de obra, no sólo al extranjero, sino también a otras provincias", ha indicado.

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