Todo el mundo tiene un pasado. Risto Mejide, también. "Me llamo Risto Mejide, llevo 31 años haciéndome publicidad y algo más de 8 haciéndola para otros", así se presentaba Risto Mejide en una conferencia que el jurado de Operación Triunfo dio en un foro de La Caixa hace dos años, según recoge el blog ¿Estudias o trabajas?.

En el discurso, el publicista revela datos sobre sí mismo y sus sentimientos difíciles de imaginar escuchando sus veredictos en el programa de Telecinco. Por lo pronto, dice ser incapaz de juzgar a nadie: "Como soy incapaz de dar lecciones ni de publicidad ni de nada a nadie, siempre que me acorralan en un sarao de estos, intento dar como mínimo mi punto de vista sobre las cosas", dijo el jurado en su conferencia.

Además, para trabajar en un concurso llamado Operación Triunfo, lo tiene muy claro: "No creo en el éxito o mejor dicho, creo ciegamente en el fracaso. Estamos hechos de fracasos. Son mayoría en nuestra vida, nos guste o no. Y negarlos es como negarse un grano".

Risto Mejide lo tiene claro "el triunfo atonta". Y sabe que "cuando ganas, te crees que sabes por qué has ganado, y lo que es peor, te crees capaz de repetirlo". Cuando Risto pone a caer de un burro a un triunfito, en realidad ¿le estará alabando? y cuando alaba a alguno de los concursantes ¿le estará poniendo a caer de un burro?

Además, el polémico juez tiene corazón, y además, uno algo masoquista. "Aviso, me suelo enamorar de la gente que me hace rectificar". ¿Amará Risto a Ángel Llácer y Jesús Vázquez?

Mejide tiene también un hueco para el romanticismo, el espiritualismo y la ternura: "Resulta que las cosas más maravillosas que me han pasado en esta vida no sirven para nada. Me pongo cursi, pero si alguien puede, que me diga para qué sirven un primer beso, una sonrisa anónima, un perdón analgésico, una estrofa de Chavela, un color de cielo, una horchata en agosto y una tortillita que te sale redondita y esponjosa".