[Laurencia, después de ser violada por el Comendador]_«Dejadme entrar, que bien puedo,/en consejo de los hombres;/que bien puede una mujer/si no a dar voto, a dar voces». Lope de Vega, Fuente Ovejuna

A partir de esta cita de este dramaturgo del Siglo de Oro español, la actriz miembro de la Associació de Dones Creadores Escèniques, Montse Alcoverro, defendió la educación y sobre todo, la cultura como «pilares» para el cambio.

Desgranó varios ejemplos para demostrar la poca presencia femenina en el mundo cultural y criticó que se «comunique terriblemente mal» el «mucho trabajo» que se hace. «Con los hombres, debemos trabajar las emociones, no sólo la parte más racional», incidió. La presidenta del Àrea de la Dona de la Diputació de Barcelona, Imma Moraleda, recogió el guante y pidió ayuda a las mujeres para incorporar en la programación de certámenes y festivales las obras de creadoras.

El contrato actual no interesa

La presidenta del Consell de la Joventut de Barcelona, Núria Galán, lo dejó claro: «El contrato actual (el hogar es para las mujeres) no nos interesa. Nos sentimos cómodas cuando elegimos si queremos estar en el hogar o no. Ellos no».

La regidora de Dones en Barcelona, Elsa Blasco, cree que el cambio cultural será lento. «Tenemos que incorporar a los hombres al nuevo contrato, pero también a todas las mujeres. Marta Selva, presidenta del Institut Català de les Dones, ve importante la coeducación:_«Legislar igual cuando hay una discriminación real es una doble discriminación», afirmó.

Pensiones muy bajas

Con unas pensiones «irrisorias» que se quedan en el 52% de la paga de sus maridos, las viudas deben afrontar alquileres de 300 euros mensuales. Acoso inmobiliario o edificios sin ascensor son otro tipo de «maltratos» que sufre el colectivo, según la directora de Avismón Catalunya, Magdalena Blasco. Esto sucede más en barrios como la Bordeta o El Raval. Blasco lamentó que los «servicios sociales ofrecen pocas horas» de apoyo y «hay algunos servicios que no se cubren».

La directora general d'Igualtat d'Oportunitat en el Treball, Sara Berbel, reconoció que se debe avanzar en las políticas para la inserción laboral para los mayores de 50 años y en las rentas mínimas de inserción. El objetivo: «No feminizar la pobreza, sino que hombres y mujeres compartan el trabajo remunerado y las responsabilidades domésticas». Para Berbel son todavía muy pocas (6,5%) las mujeres directivas. La diputada Imma Moraleda reconoció que hay «pocos servicios y mucha demanda» y que las mujeres han tenido que renunciar a la maternidad para no ser expulsadas del mercado laboral. Lo atribuyó, también, a la «falta de apoyo de la pareja».

Muchas más desventajas

«Triple discriminación es la que sufren las madres lesbianas:_por ser mujeres, lesbianas y madres». La presidenta de la Associació de Famílies Lesbianes i Gais, Elisabet Vendrell, pidió igualdad de derechos, modelos para que los hijos puedan compararse (cuentos, canciones) y más visibilidad. «Hay mucha gente que pierde el trabajo por decir que es madre lesbiana», clamó.

Vendrell recibió la complicidad del resto. La presidenta del Institut Català de les Dones lamentó: «las mujeres somos eternamente menores de edad, siempre nos tenemos que explicar 28 veces». Y Vendrell dijo:_«Si eres lesbiana, 56».

Deportes, terreno de hombres

«Trabajo en un círculo de hombres y nunca he tenido una sensación negativa ni discriminatoria», expuso la alpinista y modelo Araceli Segarra, que apuntó que ha debido hacerse un proyecto propio, «como muchas otras mujeres». Apeló a su «visión desde fuera» para constatar que «no nos llegan las actuaciones en favor de la mujer» que hacen las administraciones. A lo que la presidenta del Institut Català de les Dones sentenció: «se hacen campañas, pero lo que quiero es que llegue su efecto».

Segarra, que se dedica también a dar conferencias en el mundo empresarial, destacó la necesidad de crear redes que «no se queden como un satélite catalán». Además, insistió en la educación como clave para avanzar en materia de igualdad. «Es cuestión de tiempo», auguró.

Aborto "libre y gratuito"

«La Ley del Aborto es muy peligrosa», alertó Lucie Foissin, miembro de Ca la Dona, y pidió «el acceso libre y gratuito» a la interrupción del embarazo argumentando el derecho al propio cuerpo de la mujer. Para Foissin, «en la aplicación actual de la Ley hay muchas carencias» en el ámbito de las prestaciones sanitarias. Así mismo, como miembro de Ca la Dona, transmitió la inquietud acerca de los hombres que no están dispuestos a hacer un cambio de contrato social.

La discusión entorno de la élite culinaria levantó uno de los debates más intensos en la mesa. Laia Masats, de la Escuela de Hostelería Hofmann, denunció que se trata «de un mundo de hombres» y lo atribuyó en buena parte a las 15 horas laborales diarias que son necesarias para ser un gran chef.