Avilés se esfuerza desde hace años en acabar con esa imagen que muchos tienen de ella como una ciudad gris e industrial. Uno de los métodos del Ayuntamiento es llenar las calles de flores. Tantas, que la villa bien puede ostentar el título de ‘ciudad de las flores' de Asturias.

El vivero municipal avilesino produce cada año unas 150.000 unidades de plantas en flor, según datos del Consistorio. Si hay 83.320 vecinos, eso supone una media de casi dos por habitante, el doble que en las otras dos grandes ciudades asturianas.

Oviedo adquiere anualmente 220.000 capullos, por lo que tocan aproximadamente a una por cada ovetense (hay 216.607 habitantes). La proporción es similar en Gijón, donde se producen cada año unas 260.000 flores de temporada para unos 274.037 vecinos.

Tanto Avilés como Gijón tienen viveros municipales ¿Por qué cultivar uno mismo? Según el Ayuntamiento gijonés, cada flor propia es cinco veces más barata que si se comprara (cuestan entre 0,50 y 0,80 euros).

En la capital, por su parte, optan por comprarlas. El Ayuntamiento de Oviedo se gasta unos 93.000 euros al año en cambiarlas cuatro veces al año, en función de las estaciones: crisantemos en otoño, pensamientos en invierno, petunias y narcisos en primavera y tulipanes en verano.

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