Vivir en territorio de nadie y a la vez de todos ha marcado mucho el carácter de los vecinos de esta Región. Así opina Santiago Delgado, escritor y catedrático de Literatura que ve a los murcianos como medio manchegos, medio andaluces, medio valencianos, y un algo moriscos... Y todos medio castellanos.

Tantas invasiones a lo largo de la historia, incluso en los tiempos modernos con la llegada de funcionarios de otras comunidades autónomas y la actual inmigración que vive la Región, son las tesis que este doctor baraja para explicar la falta de raíces y sentimiento regional en esta comunidad autónoma.

Positivo y negativo

La falta de sentimiento regional, abordado por Santiago Delgado en su libro Zarangollo de murcianos nos ha llevado, entre otras cosas, a carecer de himno, a no intentar llevar adelante ningún proyecto fuera de los intereses de la península o a abuchear a la Selección Regional de fútbol en su visita a Cartagena.

«La esencia de Murcia es no tener himno, ya que este debería unir los sentimientos encontrados de todos los murcianos. Además, ya hubo bastante con inventar una bandera de la Región», explicó Santiago Delgado.

Por otro lado se encuentran los aspectos positivos del sentimiento murciano. Gracias al amor patriochico, como define este catedrático el gran sentimiento nacional de esta tierra, Murcia ha podido progresar al margen de quien estuviera en el poder y, además, se ha convertido en una pieza clave para poder formar un gran gobierno.

«Esta forma de actuar ha hecho que los murcianos se caractericen por un ingenio sarcástico y una tendencia cansera (pesimismo metafísico) y esto, que puede ser un aspecto positivo, en exceso puede ser muy negativo, ya que se puede llegar a una conciencia aldeísta muy perjudicial», concluye.