Según la nueva regulación, las frágiles bolsas de menos de 0,025 milímetros de grosor están prohibidas y los dueños de negocios deben cobrar a sus clientes por el resto. Quienes quebranten la ley se enfrentan a multas y podrían ver confiscados sus productos.
China, que usa unos 3.000 millones de bolsas de plástico al día, está cada vez más preocupada por el daño al medio ambiente causado por su rápido crecimiento. Las tiendas del centro de Pekín y las salas de internet parecían estar de acuerdo con la idea.
"Lo siento, no puedo darle una bolsa de plástico. Es ilegal desde hoy," dijo Zhang Lihua, una joven que atendía en el departamento de cosméticos de unos grandes almacenes de la capital.
Italia, el próximo
El país asiático, que consume 37 millones de barriles de crudo cada año para fabricar más de un 1.000 millones de bolsas de plástico, sigue los pasos de países como Irlanda, Ruanda y Bangladesh. Italia tiene previsto introducir una prohibición en 2010.
Las bolsas de plástico ultrafinas son el principal objetivo de la medida porque se usan habitualmente una vez y luego se tiran, ensuciando las calles, campos y ríos y generando lo que los chinos llaman "polución blanca."
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