Es el galán por excelencia de este país. Su simpatía y elegancia le han llevado a interpretar más de 60 películas, dos series de televisión y a llevar a escena numerosas comedias teatrales. Arturo Fernández visita Valencia con la obra La montaña rusa junto a la valenciana Carmen del Valle. César es un hombre maduro, atractivo e interesante con una vida familiar estable y feliz. Pero un día aparece Lola, una atractiva mujer aparentemente dispuesta a tener una aventura sin complicaciones.

¿Qué va a encontrar el público?

La mejor comedia que hayan podido ver. El autor, Eric Assous, tiene un gran despliegue de talento y sensibilidad y maneja con maestría el difícil arte del humor inteligente y elegante.

¿Qué virtudes tiene la obra?

Es muy realista y actual. El espectador se siente identificado con los personajes y cada seis minutos experimenta una sorpresa que lo tiene en vilo. Además, tiene un final sorprendente que nadie espera.

Conjuga la comedia y el drama…

Sí, se pasa fácilmente de la carcajada al llanto.

Con esta representación vuelve al personaje del eterno galán…

En realidad es un cambio, no es de lo que estoy acostumbrado a hacer. Todos mis personajes tienen ese glamour característico pero César es un hombre más serio y familiar. Es un personaje muy humano.

El público le identifica con este tipo de personaje, ¿No le importa que, en cierto modo, este un poco encasillado?

No, al contrario para mí es un halago. La galantería y la estética se lleva dentro. Es un privilegio si es así como el público me ve.

¿Es usted como el chatín que tan famoso le hizo?

Todos los actores ponemos una parte de nosotros en el personaje. Lo de chatín y guapina son diminutivos de mi tierra que usaba de joven y que se fueron apartando. En la serie los volví a sacar y tuvieron mucho éxito, me quede con el chatín para siempre. En mis personajes siempre he sido Arturo Fernández, nunca he ido disfrazado con una peluca o con una ropa que no es adecuada y si la gente te admite así ese es el éxito del actor.

Ha dirigido todas sus comedias ¿No le gusta que le den órdenes?

Todos los primeros actores de mi época dirigían sus comedias. No me gusta ser dirigido en teatro porque llevo mucho tiempo en esto y conozco muy bien el medio. Empecé desde abajo y ahora se quiere empezar desde muy arriba. Yo hago las cosas sólo, elijo la comedia, a los actores, y la dirijo. Si tiene éxito, los galones son para mí pero si fracasa toda la culpa es mía.

¿Qué vio en Carmen del Valle?

Es una actriz que viene muy avalada por su trayectoria. Es una actriz con mayúsculas, no me equivoque en la decisión. Es un deleite verla en el escenario, por tanto tengo una réplica magnífica.

¿Dónde se siente más cómo en el cine, el teatro o en la televisión?

Soy un actor de teatro. La verdadera profesión del actor está ahí. Un actor de cine o de televisión no es un actor, el verdadero se crea en los escenarios. Los de la televisión surgen como cleanex y luego pasan sin pena ni gloria.

¿Cree que la gente va poco al teatro?

Cuando existe un éxito la gente acude, tiene un olfato especial para saber donde esta el engaño y donde no. Además, el precio de la entrada esta muy barato, sobretodo, comparándolo con países como Francia, Alemania o Inglaterra. No sé porque razón aquí no se le ha considerado tanto, pero eso es falta de cultura, la gente no es muy entusiasta del teatro, está dispersa en otras actividades.

¿Cómo es el público valenciano?

Valencia siempre ha sido como un talismán, respira arte por los cuatro costados, los mejores actores de mi generación son valencianos, como Concha Piquer, Rafael Rivelles…Siempre vengo con mucho respeto.

¿Qué es lo próximo que va a hacer?

Cuando se encuentra un éxito así, no se sabe cuando va a acabar, va para largo. Ahora me dedico exclusivamente a esta obra y lo siguiente será otra. No voy a hacer cine ni televisión.

CONSULTA AQUÍ MÁS NOTICIAS DE VALENCIA