Los impresos de las solicitudes se pueden recoger desde el lunes y hasta el próximo 18 de junio en los centros escolares.

Este año, el bonolibro se amplía a tercero de Primaria y segundo de la ESO. Se mantiene la subvención para los alumnos de primero y segundo de Primaria y primero de Secundaria, que ya la recibieron este curso.

La Consejería de Educación destinará al bonolibro 11,7 millones de euros. Son siete millones más que los invertidos este año.

Una ayuda insuficiente

Los padres que consigan la subvención podrán retirar el bonolibro en septiembre, en los centros educativos en los que estudian sus hijos.

Una vez con el bonolibro en la mano deberán ir a las librerías o comercios que tienen firmado un convenio con Educación para comprar los libros de texto.

Ojo, el bonolibro es de 100 € para Primaria y 150 € para Secundaria y no alcanza para comprar todo el material que necesita el alumno. «Es insuficiente. Nosotros pedimos la gratuidad», dijo José Antonio Abellán, presidente de los padres. La vuelta al cole oscila entre los 210 y 500 € por hijo.

6.000 padres, sin cheque

En el curso escolar que está a punto de acabar, seis mil padres se quedaron sin el bonolibro que dio Educación porque no se enteraron de que había que solicitarlo en los centros.

Como la ayuda se vendió en elecciones, su entrada en vigor se anunció poco después de las autonómicas del 27 de mayo de 2007 y coincidió con el fin de curso. De ahí que muchos padres no se enteraran de que podían solicitar la subvención.

Raquel Peñaranda. Madre de 4 hijos. «Gasto 400 € en libros y no me dieron la ayuda».

Raquel Peñaranda tiene cuatro hijos, tres de ellos en edad escolar. Los chicos, de 9, 6 y 5 años, asisten al colegio Nuestra Señora de las Lágrimas de la pedanía murciana del Cabezo de Torres. El año pasado tuvo que hacer frente a 400 euros de gastos («eso, tirando por lo bajo», afirma) en material escolar y no se enteró de que daban el bonolibro hasta que ya era imposible pedir la ayuda: «Lo supe por otros padres y me cabreé mucho. El curso pasado faltó información». Raquel, que dice que este año «por supuesto que lo pedirá», cree que el bonolibro deberían gestionarlo los centros, para que se enteraran todos:«La Consejería de Educación debería ir a cada colegio para ver cuántos bonolibros hacen falta. Luego deberían repartirse y los padres iríamos directamente al colegio a recibirlos. Así no habría problemas».