El Ayuntamiento de Cullera ha aprobado una ordenanza municipal sobre familia, menores y absentismo escolar que incluye sanciones que van desde los 150 a los 450 euros para los infractores, e incluso la presentación de una denuncia ante el juzgado cuando las conductas sean delito.

La norma obliga a ir a clase, respetar al profesor y a los compañeros y a contribuir a los gastos de la familia mientras se viva en casa en la medida de sus posibilidades. Del mismo modo, protege al menor frente a abusos, abandono y explotación.

La ordenanza también recoge que será obligación de la Policía Local velar por la asistencia a los centros escolares, y cifra el absentismo en cuatro faltas no justificadas en una semana, o 10 en un mes. La sanción máxima sólo se aplicará si los padres ignoran varias veces los apercibimientos de la autoridad municipal.

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