El pintor colombiano Fernando Botero ha reunido de nuevo a sus tradicionales gordos para denunciar la violencia oficial que el Ejército estadounidense empleó contra los iraquíes en la cárcel de Abu Ghraib y, como contraposición y cara de la misma moneda, meterlos en el circo y su orgía vital de colores.

El Instituto Valenciano de Arte Moderno (IVAM) reúne las series Abu Ghraib y El circo, inéditas ambas en España y la segunda inédita en todo el mundo, con las que Botero ha querido aunar el horror revelado en 2004 de la citada cárcel iraquí con el homenaje a los colores desproporcionados del mundo de payasos, arlequines, domadores y trapecistas.

Los cuadros recrean con sus habituales gorduras plásticas muchas de las imágenes emitidas y publicadas mundialmente de las torturas y abusos sexuales a los presos aunque el protagonismo de las víctimas ahoga a unos verdugos que el espectador solamente intuye.

IVAM: Guillem de Castro, 118. Se puede ver hasta el día 6 de julio. La entrada cuesta 2 euros.

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