Mantenerse sin comer antes de un viaje largo ayudaría a prevenir el llamado 'jet lag' o desfase horario, informaron el jueves investigadores.
Normalmente, el reloj circadiano natural del cerebro determina cuándo despertar, comer y dormir, todo según la luz diaria. Pero al parecer un segundo reloj toma el control cuando el alimento escasea y manipularlo ayudaría a los viajeros a ajustarse a nuevos husos horarios, explicó el equipo.
"Un período de ayuno sin ningún alimento por unas 16 horas es suficiente para encender este nuevo reloj", dijo el doctor Clifford Saper, de la Escuela de Medicina de Harvard, cuyo estudio fue publicado en la revista Science.
Una semana de 'jet-lag'
Saper dijo que una persona de Estados Unidos que viaja a Japón debe ajustarse a un cambio horario de 11 horas. "Debido a que el reloj del organismo sólo puede cambiar una escasa cantidad por día, a una persona le lleva alrededor de una semana adecuarse al nuevo huso horario. Y, para ese entonces, suele ser momento de regresar a casa", expresó el autor en un comunicado.
Saper y sus colegas sabían que cuando la comida escasea, los animales pueden anular su reloj biológico normal para mejorar sus posibilidades de hallar alimento.Investigaciones hallaron que ratones alimentados sólo durante el momento en que solían dormir modificaban sus relojes biológicos a un nuevo cronograma. "Esto se construye en el cerebro. El problema es que nadie sabía cómo funcionaba", agregó Saper.
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