En la tarde de ayer, dos agentes del servicio de salvamento marítimo de la Guardia Civil de Melilla, GEA, recibieron el aviso de que un bañista se estaba ahogando muy cerca de la dársena de los Galápagos. Los hechos ocurrieron sobre las 17 horas.

Rescate dificultoso

Otro agente de la Guardia Civil, que realizaba labores de vigilancia cerca del museo situado en Melilla la Vieja, fue el que alertó al servicio de rescate marítimo. Rápidamente una lancha del GEA, con dos agentes, llegó a lugar de los hechos. Allí se encontraban dos bañistas “sujetando el cuerpo inconsciente de un joven de tan sólo 20 años”, explicaron fuentes de la Guardia Civil. “Los bañistas ni si quiera conocían al chico que se estaba ahogando, el cuerpo fue trasladado por la marea y ellos lo recogieron”, matizaron.

El rescate fue dificultoso debido a que si la lancha se acercaba a la zona de las rocas podía tocar con el fondo. De esta forma, uno de los agentes tuvo que acercarse a nado hasta el bañista y arrastrarlo hacia la lancha. El chico estaba insconsciente. En la lancha se le practicó la reanimación cardiopulmonar. El joven reaccionó bien a las prácticas de salvamento y pudo expulsar todo el agua que había tragado.

Responsabilidad a los bañistasFuentes de la Guardia Civil confirmaron a

La ambulancia que iba a trasladar al chico hasta el hospital tuvo que esperar a los GEA en Melilla la Vieja porque no podían acceder más cerca. El joven se encuentra ingresado pero evoluciona favorablemente. La Guardia Civil denuncia que este tipo de accidentes "se da con demasiada frecuencia" en la zona de Aguadú y Galápagos y piden "mayor responsabilidad" a los bañistas.

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