La sala de duelo y las cámaras frigoríficas están cerradas desde hace 15 meses por peligro de derrumbe. También los vestuarios, la capilla y los baños.

A pocos metros, cuatro salas de duelo y aseos nuevos (tienen menos de 4 años) no pueden usarse en condiciones porque no hay corriente eléctrica.

Son algunas de las chapuzas del cementerio. El estado del camposanto deja mucho que desear. Los usuarios se quejan de la limpieza y la seguridad, y los trabajadores dicen que no pueden hacer más: son pocos (hay 11 bajas) y no tienen medios. El Ayuntamiento asegura que trabaja para arreglarlo.

Con un paseo se puede comprobar. Las calles están llenas de malas hierbas. No queda herbicida y no pueden acabar con ellas. Tampoco hay material de limpieza, guantes, cuerdas... denuncia UGT a 20 minutos.

Clausurado por Prevención

El horno para destruir la basura no se puede utilizar y la tienen que quemar en un recinto que Prevención había clausurado.

Un sistema automático de riego que se colocó hace año y medio en algunas zonas ya está estropeado.

Los empleados más veteranos aseguran que nunca han visto el camposanto «tan mal».

El cementerio tampoco tiene director desde hace más de un mes. Es el ex concejal José Antonio García quien está impulsando los proyectos que llevan años parados. Asegura que en unos días los baños tendrán luz, el proyecto de reparación de la sala de duelo está casi listo, que ya han pedido guantes (3.000) y que están elaborando un gran pedido de material.

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