El magistrado del Juzgado de Instrucción número cinco de la Audiencia Nacional, Baltasar Garzón, señaló ayer la investigación del blanqueo del dinero procedente de la inmigración ilegal como "uno de los principales elementos para combatir este fenómeno".

Asimismo, lamentó que aún no haya investigaciones policiales ni judiciales dirigidas hacia el mismo y recordó que la Audiencia Nacional "no tiene competencia sobre inmigración ilegal, aunque sí respecto a criminología organizada y también de blanqueo de capital".

Sin embargo, apuntó que España "está comenzando a andar en inmigración el camino que en los años 90 empezó en el ámbito de otras actividades organizadas que en aquel momento comenzaban a producirse, como el tráfico de droga". De esta manera, destacó que hasta el año 1993 "no se mencionó la expresión ‘crimen organizado´ y se consideraba que era algo foráneo y que no padecíamos".

El magistrado lo tiene claro: "La solución no está en mirar la inmigración como delito, sino que hay que llevar a cabo una política de integración y respeto a la diversidad, con el objetivo de no provocar choques xenófobos". Estas serían -para Garzón- medidas dirigidas a la no criminalización de los inmigrantes, sino el camino a seguir para conseguir una convivencia de forma pacífica.

Además, el magistrado entiende que no se debería ver a los inmigrantes como presuntos responsables de actividades delictivas, y apuesta por diseñar una normativa que proteja a estos colectivos. Puso como ejemplo que "un volumen muy alto de violencia organizada está en manos de británicos, no siempre de rumanos".

Garzón recordó el caso denunciado por CEAR respecto a la supuesta ruptura un flotador a un inmigrante por agentes de la Guardia Civil, diciendo que de ser así, "entraría claramente dentro de la catalogación de un crimen que por su reiteración y permanencia podría ser enfocado en este ámbito".

En cuanto a terrorismo, explicó que Al Qaeda "ha evolucionado y ha abandonado la atención de acciones directas y ha cedido el espacio a grupos locales, lo que se conoce como Al Qaeda en el Magreb islámico, el antiguo Grupo Salafista para la Predicación y el Combate de Argelia". De esta manera, el magistrado hizo referencia al

Garzón señaló también que estos grupos tratan de nutrirse de "ese volumen de personas que puede haber en unas circunstancias absolutamente desgraciadas como presos o en situaciones que les hacen candidatos idóneos para entrar en esa vía de actividad delictiva".

Antes de comenzar la conferencia, el magistrado dijo en declaraciones a los periodistas que "Al Qaeda a través de su número en cada uno de los comunicados que emite viene mencionando a las ciudades de Ceuta y Melilla. Por tanto es algo que está en esa ideología de forma permanente, como también las referencias a ambas ciudades las ha hecho Al Qaeda en el Magreb islámico, el antiguo grupo salafista para la predicación y el combate".

Asimismo, señaló que "eso lo único que significa es que como zonas que están en la frontera, en Africa, son un objetivo potencial, como toda España, como se comprobó desgraciadamente el día 11 de marzo de 2004, y toda Europa. En ese sentido se hizo la reflexión para añadir, inmediatamente, que las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado y servicios de inteligencia tienen una situación permanente en Ceuta y Melilla y eso implica que el fenómeno se conoce y que se actúa con carácter de preactividad y para evitar cualquier incidencia que pudiera producirse en el ámbito de la seguridad de los ceutíes y melillenses y de los españoles en general".

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