El abogado Alberto Fernández-Palacios, que defiende a Carlos M.G., presentó ayer un escrito en el que impugna el auto de prisión dictado el pasado miércoles por basarse en la alarma social creada entre los habitantes de la zona al estallar el escándalo. "El pueblo no puede cambiar el sentido de las imputaciones. Eso le compete sólo al juez", adujo a Europa Press Fernández-Palacios, quien insiste en la inocencia de su cliente.

No obstante, el instructor consideró que en los 13 policías locales encarcelados concurrían los requisitos establecidos en la Ley para cumplir prisión preventiva, como son la existencia de riesgo de fuga, la posible alteración de pruebas y la reiteración en la comisión del delito.

Sobre Carlos M.G. recae el mayor número de acusaciones. Se le imputa de asociación ilícita, incitación a la prostitución, abusos sexuales, delitos contra la integridad moral, lesiones, sustracción y apropiación indebida de droga y dinero, prevaricación, estafa y delitos contra la Administración de Justicia.

El próximo viernes, la 'mano derecha' de Ginés se someterá a una rueda de reconocimiento para ser identificado por seis de las prostitutas denunciantes. Le acompañarán otros dos agentes y tres rumanos imputados en la investigación inicial contra una mafia de origen rumano de trata de blancas.