"Un paisaje que está en crisis, despoblado, que refleja todos los problemas de una España vaciada, pero también las soluciones", ha apuntado la concejal de Cultura y Turismo, Ana Redondo, durante la presentación de 'Paisajes del límite', que estará abierta hasta el próximo 2 de febrero, y en la que han estado los artistas y el director del museo Javier Hontoria.

Los dos artistas han coincido en el "prestigio" que supone el exponer en el Patio Herreriano y han hablado de una vuelta al "origen", a una infancia que se ve reflejada en sus creaciones, ha incidido Munuera; mientras que José Guerrero ha indicado que para la ocasión ha seleccionado dos de sus series en las que el paisaje se revela con mayor profundidad: La Mancha y Sierra Nevada y donde el giro de su "abstracción" se hace palpable.

Hontoria ha aplaudido la versatilidad de los dos artistas para fundirse con "nuestro vecino" Díaz Caneja, presente en las dos salas que ocupa la muestra 'Paisajes del límite'. "Ha sido muy interesante ver como dos artistas referentes en sus campos y de generaciones posteriores han conectado con esta idea de situar a Díaz Caneja como origen de todo", ha explicado.

Los horizontes de los dos artistas están marcados. El del fotógrafo granadino se revela firme y nítido y en el del pintor murciano es dúctil. Desde sus respectivos lenguajes, abordan las construcción del paisaje y cuanto de liminal abunda en ellos, además de un interés común por trascender los límites físicos de la obra.

Una exposición cuya génesis está marcada por dos referencias importantes. La mencionada de Díaz Caneja y la del cine de Robert Bresson, que acompañará, con el ciclo que a su figura le dedica el museo, el programa expositivo en buena parte de este otoño.

De José Guerrero se han seleccionado dos de sus series en las que el paisaje se revela con mayor rotundidad: La Mancha y Sierra Nevada. "Dos conjuntos de imágenes en los que el fotógrafo logra encontrar un equilibrio entre la voluntad de dar testimonio del lugar y un interés por la construcción misma de la forma, con fuertes ejes visuales que marcan y determinan el encuadre", explican desde el centro.

La pintura de Nico Munuera, "insobornablemente abstracta", ha explorado la línea del horizonte como emblema del límite desde los inicios de su carrera, si bien en estos últimos años ha venido combinando su conocido interés por la vibración cromática de las superficies con una exploración de corte analítico y conceptual en torno al color. "El límite es difuso y huidizo en la obra última del artista", concluyen.

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