El responsable técnico del Agua señaló que "desde que se destrozó el Plan Hidrológico Nacional, toda la política ha sido un despropósito y una continua improvisación, y con esto de los barcos --dijo-- alcanza el 'sumum'". En este sentido, apuntó que "Barcelona es una ciudad española que no se merece esta imagen de improvisación y caos".

Añadió que "en 2004 ya se sabía que Barcelona sufriría restricciones de agua", informaron fuentes del Gobierno regional. "Para ello se aprobó el ramal norte del trasvase del Ebro, una gran tubería para llevar 190 hectómetros cúbicos al año. Sin embargo se anuló sin ninguna justificación, sólo por sectarismo político", aseveró Ródenas.

El director general del Agua explicó que "han pasado cuatro años y ahora con las prisas hay que malgastar cantidades ingentes de dinero con los barcos para solucionar el problema de Barcelona", por lo que indicó, "no tienen conciencia de lo que es gastar el presupuesto público al que contribuimos todos".

Subrayó además que "el problema de Barcelona no se soluciona con barcos de agua, ni con desaladoras, ni siquiera con el minitrasvase que han tenido que recuperar a toda prisa". Según explicó, "lo de Barcelona no es una cuestión de una sequía pasajera, sino que se trata de una escasez estructural que requerirá grandes volúmenes de agua, y eso --continuó-- sólo lo proporcionará a precios asequibles el derogado trasvase del Ebro, que tendrán que recuperar en su totalidad". "El tiempo está poniendo las cosas en su sitio", apostilló Ródenas.

Por último, recordó que "el déficit de agua de la cuenca del Segura es mucho mayor que el de Cataluña y necesitamos también que se recupere de forma inmediata el trasvase del Ebro en su ramal sur".