¿Cómo funciona la Vareniclina, el medicamento para dejar de fumar que financiará la Seguridad Social?

Imagen de recurso de una mujer rompiendo un cigarrillo.
Imagen de recurso de una mujer rompiendo un cigarrillo.
ISTOCK - Archivo
Imagen de recurso de una mujer rompiendo un cigarrillo.

La ministra de Sanidad, Bienestar Social y Consumo en funciones, María Luisa Carcedo, señaló este domingo que se están ultimando los trámites para que la cartera de servicios del Sistema Nacional de Salud (SNS) incluya por primera vez un medicamento para ayudar a dejar de fumar: la vareniclina, que se comercializa bajo la marca de referencia 'Champix'.

La ministra en funciones ha manifestado la importancia de que sea prescrito por los profesionales de atención primaria y, por tanto, "se sistematice el tratamiento". "El medicamento es una ayuda, pero debe ser abordado por profesionales", ha puesto de manifiesto Carcedo.

La ministra detalló que su Ministerio llevará la vareniclina a la próxima comisión interministerial de precios, que se celebra este lunes, en el último paso para que sea posible su financiación como medicamento para la deshabituación de tabaco. "Es cuestión ya de semanas que entre en la cartera de servicios", subrayó Carcedo, quien recordó que los médicos de la atención primaria tendrán un protocolo de prescripción de los pacientes en tratamiento y orientación médica para la deshabituación del tabaquismo.

El Comité Nacional de Prevención del Tabaquismo, que aglutina a una cuarentena de sociedades científicas y médicas, lleva dos décadas reclamando que el tratamiento de la adicción a la nicotina debe formar parte de la cartera de servicios de atención primaria, sabedores de que un tratamiento adecuado puede multiplicar hasta por 10 las posibilidades de dejar de fumar con éxito si se compara con el esfuerzo personal aislado del fumador sin apoyo profesional.

¿Cómo funciona la vareniclina?

Según explica la Asociación Española Contra el Cáncer, este principio activo "actúa bloqueando los efectos placenteros de la nicotina en el cerebro". Según sus cálculos, el 40% de los pacientes que completan este tratamiento siguen sin fumar pasados los 12 meses.

¿Cuánto dura el tratamiento?

Los pacientes deben ser tratados con 'Champix' durante al menos 12 semanas. Comienzan con una dosis de 0,5 mg al día los tres primero días, continúan hasta completar la primera semana con dos dosis de 0,5 mg al día. Entre la semana 2 y la 12 se administran dos dosis de 1mg al día.

Tal y como recoge la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios (Aemps) en la ficha técnica de este fármaco, "en los pacientes que al final de las 12 semanas hayan conseguido dejar de fumar con éxito, puede considerarse un tratamiento adicional de 12 semanas con 'Champix' a una dosis de 1 mg dos veces al día para el mantenimiento de la abstinencia".

Este medicamente se puede tomar tanto si el paciente está preparado para dejar de fumar de forma abrupta como si prefiere hacerlo de forma gradual. En este segundo caso, el tratamiento se alarga durante 24 semanas. También se recomienda doblar el tratamiento a aquellos pacientes que, aunque estén motivados para dejar de fumar, no lo hayan conseguido durante un tratamiento de 12 semanas.

¿Tiene efectos adversos?

La deshabituación tabáquica, ya sea con o sin tratamiento, se ha asociado a la "depresión; insomnio, irritabilidad, frustración o ira; ansiedad; dificultades para concentrarse; inquietud; disminución en el ritmo cardíaco; aumento del apetito o aumento del peso corporal", según recoge la Aemps. Si bien concreta que "no se ha intentado, ni en el diseño ni en el análisis de los estudios de 'Champix', diferenciar entre las reacciones adversas asociadas al tratamiento con el fármaco en estudio y las que están posiblemente asociadas a la retirada de nicotina".

En los pacientes tratados con 'Champix', el efecto adverso comunicado más frecuentemente fue nauseas (28,6%). "En la mayoría de los casos las nauseas se produjeron de forma temprana en el periodo de tratamiento, tuvieron una intensidad de leve a moderada y raramente llevaron a retirada", cita la Aemps.

Además, la Aemps señala que la deshabituación tabáquica —con o si Champix— puede alterar la farmacocinética de otros medicamentos, por lo que puede resultar necesario el ajuste de las dosis.

"Precaución" con antecedentes psiquiátricos

Dejar de fumar puede conllevar que reaparezcan enfermedades psiquiátricas subyacentes en pacientes con antecedentes de depresión, por ejemplo. Por lo que la Aemps indica que se debe tratar "con precaución" a los paciencias con antecedentes de enfemedad psiquiátrica.  Esta "cautela" también se recomienda para fumadores que cuenten con antecedentes de crisis epiléticas.

Durante el periodo de post-comercialización de Champix, también se han notificado casos de reacciones de hipersensibilidad (hinchazón de la cara, boca, cuello o esxtremidades), así como casos de reacciones cutáneas, pero de forma rara.

¿Cuánto costará a las arcas públicas?

A juicio de los profesionales que luchan a diario en los ambulatorios con este grave problema de salud pública, la administración sanitaria no debe temer por el coste de la financiación de unos productos que son eficaces y solo utiliza un 3 % del total de fumadores cada año, demostrándose su idoneidad en experiencias de financiación en Navarra o programas piloto en Cataluña.

En relación a la lucha contra el tabaco, Carcedo advirtió también este domingo de que en España existe un "déficit" en el cumplimiento de la ley antitabaco. En declaraciones a los periodistas, insistió en que hay que cumplir las leyes vigentes, la aprobada en 2005 y la endurecida en 2010, si bien ha precisado que Asturias es la comunidad más diligente en este sentido. La ministra defendió que se faciliten las inspecciones en las terrazas y que se regulen los nuevos dispositivos vapeadores.

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