Una cirugía que no sólo es de estética

  • Unos padres no pueden operar a su hijo, con síndrome de Down.
  • Hay intervenciones con las que las personas que lo padecen pueden atenuar los rasgos faciales.
  • "Creemos que ganará en calidad de vida. Podrá hablar mejor y se sentirá más fuerte y seguro", dice la madre.
Raúl tiene cinco años y está afectado de Síndrome de Down. Va a un colegio "normal" y lleva una vida "igual" a la de su hermana.
"Nos lo propusimos cuando nació, tratarlos igual", dice Sara, la madre del chaval, a
20 minutos.

Ella y su esposo tuvieron conocimiento de dos intervenciones con las que las personas que lo padecen
pueden atenuar los rasgos faciales: la glosoplastia, reducción de la lengua, y la cantoplastia, en los párpados.

No las conciben como operaciones de estética. "Creemos que ganará en calidad de vida.
Podrá hablar mejor y se sentirá más fuerte y seguro", argumenta Sara. Y añade: "No le queremos borrar ningún rasgo. Sólo deseamos que viva mejor".

Una operación complicada

Pero el camino hasta estas intervenciones no es fácil. Se llevan a cabo en centros privados, aunque en Catalunya también hay hospitales públicos que la realizan en pacientes mayores de 20 años, según han confirmado fuentes de Salut, y son de "cirugía reparadora". Sólo "se hacen por anomalías que suponen impedimentos".

Asociaciones de síndrome de Down están en contra de estas intervenciones. Creen que no se deben atenuar los rasgos porque afecta a la integración de los afectados. En cambio, hay países que las recomiendas.

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