«Siempre ha habido discriminación laboral por razón de sexo, pero los casos no salían a la luz». Lo explica María Lola Gavilán, secretaria de la mujer de UGT-Andalucía , una de las ponentes de las jornadas El derecho a trabajar en igualdad que se celebran estos días en Granada.

A juzgar por las cifras, esta situación de «oscuridad» está cambiando. Según datos de la Consejería de Igualdad , organizadora del evento, de los 79 expedientes por discriminación que el Servicio de Defensa Legal del Instituto Andaluz de la Mujer (IAM) abrió en 2005 se ha pasado a los 278 del año pasado, un 251% más.

«Es síntoma de que se conoce mejor el servicio y las mujeres se acercan a preguntar y a denunciar», aseguran fuentes del IAM. Desde UGT, también se ven con buenos ojos los datos. «Es un buen síntoma». La Ley de Igualdad ha hecho que se hable del tema, y eso alerta a la gente sobre estas situaciones y pierden el miedo de denunciar».

Micaela Navarro, consejera de Igualdad, aseguraba ayer que «no hay ningún obstáculo que nos impida la igualdad en el ámbito laboral. Pero hay una realidad cotidiana que hace que en el día a día haya dificultades añadidas. El cuidado de menores y mayores sigue estando sobre nuestros hombros». Por eso insistió en la necesidad de políticas de conciliación.

Ser madres, un problema

Sin embargo, de todas las razones para discriminar a una mujer en ámbito laboral, la que se lleva la palma es la maternidad. De los 278 expedientes (que llevaron adelante la denuncia) de 2007, 209 fueron por esta causa, y en 2006, sumaron 147. «Las empresas piensan que las mujeres son costosas; tenemos unos empresarios retrógrados», afirma Gavilán. Le sigue el acoso sexual (33 expedientes el año pasado, y 56 el anterior) y el acoso moral (17 en 2007 y 21 en 2006).