Si el suelo de tu hogar tiene un revestimiento de madera ya sabrás por experiencia la agradable sensación que produce y qué impresión más acogedora transmite. Obviamente, necesita un mantenimiento específico para conservar todo su esplendor. Aquí te damos algunos consejos para que tus suelos de parqué duren más y realcen tu casa.

Trátalo con cuidado. Tanto el parqué pegado como las tarimas son de madera y están propensos a sufrir raspones y rayaduras. El procedimiento más adecuado para su limpieza es emplear un paño suave en seco. No se deben fregar con agua.

Evita los líquidos. No son aconsejables, pues son materiales que absorben fácilmente la humedad. Los productos de limpieza tampoco son aconsejables, pues suelen contener disolventes, alcoholes y otros agentes químicos que estropean la superficie de la madera.

Líjalo para renovarlo. Al cabo de unos años o cuando la superficie tenga rayas o defectos, conviene lijarlo y aplicarle cuidadosamente dos capas de barniz. No debe hacerse una lijadura muy profunda, lo justo para eliminar los arañazos.

Cambia los muebles. La madera cambia de tonalidad debido a la luz solar. Por ello, en los primeros meses de uso de la tarima o parqué conviene cambiar frecuentemente de sitio los muebles para que no se produzcan diferencias de color. Pasado un tiempo, oscurece de manera uniforme.

El parqué laminado. Es una variedad mucho más resistente y precisa de menos cuidados. No hay que lijarlo ni barnizarlo y tampoco se deteriora con tanta facilidad. No se le adhiere el polvo, por lo que su limpieza resulta más sencilla. Este tipo de revestimiento si acepta el agua, por lo que puede limpiarse con una fregona, agua y un jabón neutro. También se pueden emplear la escoba o la mopa, pero no se les puede dar cera ni aplicarles ningún producto que la tenga.

Otros consejos. Para desinfectar el parqué laminado puedes añadir vinagre al agua con que lo limpies. Cuando lijes una superficie tendrás que hacerlo por igual en toda ella, no sólo en su parte deteriorada, pues de otro modo se notaría excesivamente la diferencia. Para evitar el ruido que hacen las tablas al pisarlas se recomienda introducir polvos de talco en las junturas.