Tal fue el éxito de la primera temporada de Scott y Milá en el canal #0 de Movistar+ (a partir de hoy a las 22.00 h en el Dial 7) que, en un tiempo de vaivenes en la tele, el programa de reportajes ha renovado por una segunda y una tercera temporada. Mercedes Milá vuelve con este programa, en el que "se hacen las cosas en función de lo que a mí me hace palpitar, de lo que me emociona".

En la nueva tanda de capítulos, cuatro, la presentadora y su perro, Scott, hablan y buscan testimonios sobre cuatro temas.

El primero de ellos es el amor "que lo mueve todo, para bien o para mal", explica Milá. "Pegas una patada en el suelo y te salen historias de amor potentes, que son las que tenemos", avanza a la par que explica que en Scott y Milá "todo está basado en cosas que a mi me genera curiosidad y en este programa hay muchas personas que me producen curiosidad y respeto".

En otro de los capítulos se hablará de las mujeres. "Hablamos de mujeres, de feminismo... y les dije que hacía el programa, pero que por favor no interviniera ni un sólo hombre. Está muy mal ese terreno y las tías estamos muy hartas", explica la periodista, que reconoce que "hemos avanzado, pero queda tanto por hacer...".

La periodista cuenta que está "escribiendo un libro feminista, y estoy guerrera, es una recopilación de cartas de mujeres de siglos pasados, de mujeres luchadoras y en circunstancias infernales".

Sobre la fama versa otra de las entregas. Milá la conoce bien: "Siempre digo que la fama es demasiado grande para que la tenga una sola persona, hay que repartirla. Hay que ayudar, te tiene que servir para visibilizar lo que le pasa a otros, los sufrimientos... y haciendo eso hemos encontrado a gente muy buena", avanza.

Pero la fama tiene una cara 'B': "En algunos momentos la fama no es fácil, nunca es un coñazo, pero cuando no estás bien o estás en una situación de tensión no es fácil", hace ver Milá, que revela que ella no se hace fotos con los fans "por un problema que tuve hace años. Así que le digo a la gente que no me hago la foto, pero que les doy un abrazo si lo quieren y la gente se queda encantada".

Cuando se es una celebridad "tenemos que tener cuidado de que no se nos vaya la pinza. A la gente que me rodea les digo siempre que por favor, los pies en el suelo y que el día que me vean ser gilipollas, que me lo digan, que me abofeteen".

Cierra la temporada un episodido llamado Depresión. "Yo no quería llamarlo así, quería llamarlo cerebro. En todo lo que he aprendido la gran curiosidad que me ha quedado es el cerebro. ¿Qué pasa en nuestro cerebro para llegar a la depresión?", dice curiosa Milá.

"En el recorrido que hicimos, hablando con médicos que saben de lo que hablan, es que es una enfermedad muy de nuestro tiempo. Entiendo a todo el que está pasando por esa situación y si le ayuda algo Scott y Milá me hará inmensamente feliz", se ilusiona la periodista catalana.

Ella conoce bien cómo te sientes cuando pasas por esa dolencia. "Un buen día no te puedes levantar de la cama, no paras de llorar, tienes miedo... dices ya se me pasará me tomo una aspirina. Pero tienes que ir a un psiquiatra, que te diagnostique y te trate. Hay solución. Es una enfermedad de nuestro tiempo, sobre todo por el estrés laboral, que es lo que me llevó a ese campo".

"Ahora estoy muy bien, medicada y muy equilibrada. Con la espada de Damocles, porque siempre piensas que te puede volver a saltar, pero piensas que no pasará más. Lo deseo con toda mi alma", dice Milá, antes de seguir con su día con la fuerza que le caracteriza.