Estamos en pleno siglo XXI: el mundo ya debería haber asumido que no siempre las princesas van a necesitar ser rescatadas.  Cada vez más son ellas las que dan el golpe y las que tienen que defender a sus socios masculinos. Incluso si estos resultan ser sus hermanos. E incluso si estos, también, son príncipes.

Es lo que está ocurriendo con George y Charlotte, los pequeños de la casa de los duques de Cambridge, el príncipe Guillermo y Kate Middleton. Aunque quien lo ha revelado haya sido la bisabuela de los elementos: la reina Isabel II.

La monarca no es muy dada a hablar de asuntos familiares y siempre resulta bastante hermética cuando se trata, además, de sus bisnietos. No por nada respondió a la felicitación del ex primer ministro de Canadá con un "lo sé" frío y cortante.

Pero la forma en la que la matriarca de la familia real británica ha hecho constar que la princesa Charlotte actúa a veces casi como una guardaespaldas del príncipe George es, desde luego, un orgullo de bisabuela.

La anécdota la relata el Eastern Daily Press, y la enmarca dentro de King's Lynn, una de las residencias de vacaciones veraniegas de Isabel II y donde cada año entrega un galardón concedido al mejor proyecto que incumba a la educación religiosa.

El premio es una biblia firmada por ella misma (tal cual) y cuya ceremonia se ha celebrado en Sandringham House el pasado domingo. En 2019 lo ha ganado Emily Clay, una niña de diez años. Y además lo ha hecho casi 30 años después de que lo hiciera su padre, en 1990.

La afortunada joven, acompañada por sus ufanos padres, recibió el ejemplar de manos de la madre de Carlos de Inglaterra, que, como casi siempre, mantuno una pequeña conversación con los galardonados.

La reina Isabel II le preguntó a Emily Clay si cuidaba de su hermana pequeña Hadleigh en el colegio, a lo que la madre de la niña, Ellen, repuso a la monarca que "más bien era al contrario".

Y casi como un resorte que le hiciera recordar lo que ocurre en Buckingham Palace, la cabeza de familia respondió sin atisbo de duda: "Lo mismo que pasa con George y Charlotte".

Esta información, además, debe de ser muy reciente, puesto que la princesa Charlotte se estrenó la semana pasada en la exclusiva y elitista escuela de Thomas's Battersea, después de pasar el ciclo de guardería.

La joven, aunque en un primer momento se mostró tímida, siempre agarrada de su madre su madre cuando salió a recibirles Helen Haslem, la directora de Infantil, parece que no ha tardado nada en adaptarse y ya hasta es capaz de cuidarle las espaldas a su hermano.

No solo eso, sino que parece que, mientras el príncipe George es "un muy protector y cariñoso hermano mayor" (según la biógrafa real Penny Junor le contó a Hello), la pequeña ha salido un poco, como se diría en España, marimandona.

Porque, entre la prensa británica, la princesa Charlotte tiene un mote: "The Boss" ("La Jefa"). Porque Charlotte disfruta siendo algo rebelde y dando órdenes, ya sea a su hermano o a los propios fotógrafos, algo con lo que está intentando lidiar su madre.

Si hace un mes, durante una regata solidaria, Kate Middleton intentaba que su hija saludase a los periodistas y solo consiguió que les sacase la lengua, no hay que olvidar que durante el bautizo de su hermano pequeño, Louis, miró a la prensa a las puertas del recinto y, con un aire algo descarado y nada protocolario, les espetó "Vosotros no venís".