La sentencia refleja que el primer robo que se le imputa lo cometió contra dos jóvenes a los que les quitó nueve euros y sus carteras. Meses después, abordó a otras dos personas a las que, tras intimidarlas, les arrebató un teléfono móvil, un pendiente de oro, una sortija de ello y dos cadenas -una de ellas de oro-.

Transcurridas unas semanas, se acercó a otro hombre al que le quitó su teléfono móvil a la vez que le amenazó con agredirle. Ese mismo día volvió a cometer otro robo, en esta ocasión se dirigió a dos personas a las que les quitó 24 euros, un sello de oro y un teléfono móvil.

Para el magistrado todos estos hechos constituyen cuatro delitos de robo con violencia y le impuso por cada uno de ellos un año de prisión.

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