Manolo S. Urbano, fotógrafo de 20 minutos, murió el pasado 18 de junio en Barcelona al precipitarse desde un tejado cuando iba a retirar un gato muerto que molestaba desde hacía días a los vecinos por su mal olor. El fotógrafo se decidió a actuar así después de que los operarios del servicio municipal de retirada de animales muertos declinaran hacerlo por la dificultad que había para acceder hasta donde se encontraba el animal.
Pronto se cumplirá un mes de la tragedia que supuso la muerte de nuestro fotógrafo y el gato sigue allí sin que nadie haya ido a retirarlo. Los vecinos, entre ellos su propia viuda, siguen soportando el mal olor y viendo cada día el cadáver del gato desde sus ventanas.
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