Según la entidad, el presidente de Facua Sevilla, Manuel Baus, y el portavoz nacional de la organización, Rubén Sánchez, solicitaron hace tres días al alcalde de Sevilla que "ordenara el precinto de Magrudis ante el riesgo de destrucción de pruebas", toda vez que su producción y distribución fue paralizada al comienzo de la crisis y el Ayuntamiento achaca a la empresa múltiples irregularidades administrativas y ha formulado una denuncia en su contra en la Fiscalía.
"La solicitud de los dirigentes de Facua se produjo dada la actitud de la empresa, ya que las administraciones local y autonómica habían constatado que los responsables de la empresa habían mentido y ocultado información sobre sus productos", señala Facua, opinando que la orden de clausura "ha llegado muy tarde, teniendo en cuenta que desde el 17 de agosto los responsables de Magrudis dejaron de prestarse a colaborar y facilitar información a las administraciones".
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