En una nota, el edil ha detallado que las chumberas se han comenzado a plantar "por distintas zonas del pueblo, en zonas donde apenas hay vegetación" de forma que mientras que se "embellece" el municipio se trata de recuperar "una especie tan querida en nuestra tierra y que tanta hambre quitó en la posguerra".

"En este pueblo, y en general creo que en buena parte de los lugares, hay un sentimiento especial hacia el chumbo. Es un producto del que me atrevería a decir que tiene algo de afectivo, y lo estamos recuperando", ha valorado Navarro, quien dispone de un "centro experimental particular" con "cuatro especies distintas de chumberas, incluso una sin pinchos" en el que ensaya la lucha contra la cochinilla.

En esta línea, ha asegurado que mediante sus propias pruebas están "venciendo a esta plaga con ciertos productos fitosanitarios que no son especialmente agresivos para la flora y fauna", de modo que los métodos que aplica están "funcionando perfectamente".

El diputaod provincial de Cs, Rafael Burgos, ha aplaudido esta "iniciativa pionera", que "debe tener un componente más allá de la iniciativa privada" e implicar a las administraciones públicas a fin de "recuperar una especie que lleva entre nosotros seis siglos" y que "forma parte del paisaje almeriense", pero que está "en serio peligro precisamente por la dejadez institucional ante la amenaza de la cochinilla".

Burgos ha recordado que la Diputación de Cádiz, en mayo de 2018, promovió investigar la forma de controlar y la lucha contra esta plaga con un convenio de colaboración con Asaja destinado a la ejecución de un proyecto de lucha y control contra la cochinilla de la chumbera, dotado con 100.000 euros y participado por la Universidad de Córdoba.