«La Administración local debe ser coherente con sus políticas de igualdad y dar ejemplo al resto de instituciones, así como a la sociedad en general». Es una de las reflexiones que plantea el manual sobre el lenguaje no sexista editado por la Concejalía de Igualdad que ya ha comenzado a aplicar el Ayuntamiento de la capital.

El manual subraya la necesidad de cambiar los hábitos, en lo que a lenguaje institucional se refiere, ya que «el uso del masculino -como genérico- reproduce la desigualdad entre hombres y mujeres», recoge específicamente.

Dicha filosofía inspira una curiosa batería de propuestas para que los funcionarios y trabajadores del Consistorio las tengan en cuenta: «Son recomendaciones, que no prohibiciones, que hacemos a los empleados municipales para que las apliquen tanto a los escritos oficiales como a los discursos», indica el coordinador del área, Manuel Martín.

Algunos servicios han comenzado a llevarlas a la práctica, como pueden comprobarse en los nuevos formularios, acuerdos plenarios o en las iniciativas de los grupos políticos. El fin, no plasmar sobre papeles ideas que puedan resultar discriminatorias. En ese sentido, el manual recomienda, por ejemplo, no utilizar el término señorita «porque presenta a la mujer manifestando su estado civil». En estos casos recomiendan fórmulas genéricas.

"Cambiar el chip"

El manual contempla la respuesta para quienes piensen que sus recomendaciones implican rizar el rizo. «Decir jefe y jefa no es duplicar el lenguaje... La diferencia sexual está ya dada y lo que debe hacer el lenguaje es nombrarla», aclara el texto. En opinión de Martín, «es cuestión de cambiar el chip, los funcionarios lo han acogido bien y ya lo están haciendo».

Algunos ejemplos

Consejos.- Feminizar los oficios y cargos de responsabilidad, reformular frases, omitir determinantes, etc.

En la práctica.- Proponen genéricos: utilizar clase política para referirse a los políticos, o secretaría por el secretario.

‘Firma del interesado'.- Se sustituye esta coletilla por Firma del/de la interesado/a. Igual ocurre con el habitual Sr. que queda así: Sr./Sra.

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