Los ciudadanos se han echado a la calle porque desde antes de Semana Santa la empresa salmantina que se encargaba de la sustitución y ampliación del acerado no da señales vida. Según se ha podido saber, la constructora atraviesa por serios problemas económicos y el Ayuntamiento ha anunciado que hoy mismo rescindirá el contrato y procederá a una nueva adjudicación.
La noticia no ha alterado el enfado de los vecinos del barrio que califican la situación de "insostenible" y consideran que "si esto hubiera ocurrido en el centro el problema ya estaría solucionado".
Con las obras empantanadas, los vecinos del barrio y, especialmente, los 300 niños y sus padres del colegio deben sortear cada día zanjas, alcantarillas levantadas y cruzar la avenida por pasos no habilitados.
Los afectados no descartan más cortes de tráfico para reclamar "celeridad y explicaciones" a los responsables municipales.
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