La investigación se inició unos meses antes cuando el ruido de los aparatos de aire acondicionado que funcionaban todo el día, los olores y el elevado consumo de energía eléctrica sugerieron la existencia de una plantación interior de marihuana en una casa unifamiliar ubicada en la urbanización Parc de Llevant del Catllar.
Los agentes detuvieron el 20 de agosto a un hombre de 37 años de nacionalidad alemana y a una mujer de 30 años de nacionalidad serbia como presuntos autores de un delito de tráfico de dogas relacionado con el domicilio donde se cultivaba.
En el aparcamiento de la casa se había habilitado una instalación completa para el cultivo de marihuana en interior con transformadores, lámparas ventiladores, aparatos humidificadores y filtros de aire para disimular olores.
Los agentes de Mossos de la Unidad de Investigación de Tarragona intervinieron 1.000 plantas de marihuana y diversos kilos de cogollos secos, además de dinero en efectivo, teléfonos móviles y aparatos electrónicos.
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