Una patrulla de motoristas de la Guàrdia Urbana que realizaba su patrulla por la B-20 de madrugada cazó en la Ronda de Dalt a un conductor que circulaba en dirección contraria. El infractor recorrió dos kilómetros en sentido opuesto y obligó a una decena de coches a esquivarlo.

De hecho, el conductor, que iba en dirección Llobregat, fue de cara a los urbanos e intentó impactar contra uno de los agentes varias veces. Finalmente, el conductor huyó a pie.

Iba bebido y ya se había saltado un control de los Mossos en la C-32. Se negó a pasar el control de alcoholemia y afirmó: «Me da igual lo que me pueda sudecer».