El Gobierno de Asturias ha entregado este martes en Lugones dos nuevas viviendas de inclusión social dentro del programa 'Housing first', mediante el que se ponen pisos a disposición de personas sin hogar.

La consejera de Derechos Sociales y Bienestar, Melania Álvarez, ha dado las llaves de estas casas públicas de alquiler a dos hombres que llevaban más de 20 años viviendo en la calle en la zona central del Principado.

En el acto, que ha contado también con al presencia del director general de Vivienda, Fermín Bravo, y la gerente de Vipasa, María Montes, se ha recordado que son ya 26 los pisos habilitados en Oviedo, Gijón, Avilés, El Franco y ahora también en Siero. Además, hay otras cinco casas dispuestas para entregar en Gijón.

Este modelo busca facilitar la autonomía de las personas seleccionadas para acceder a las viviendas públicas, que suscriben un contrato de alquiler con los mismos derechos y obligaciones que los arrendatarios habituales. La peculiaridad del programa es que busca la atención a las personas sin hogar y convierte la vivienda en un elemento prioritario en su camino hacia una vida normalizada. Para ello, cuentan con el apoyo de un equipo técnico encargado de promover mejoras en su situación personal y social.

Este proyecto se desarrolla en colaboración con los ayuntamientos, que contratan a las entidades encargadas del programa de acompañamiento y seguimiento a las personas beneficiarias.

La iniciativa de El Franco, que es la primera del programa 'Housing first' en la zona rural, fue premiada en el 'II Concurso de Buenas Prácticas en Materia de Vivienda' promovido por la Consejería de Derechos Sociales y Bienestar.

El modelo asturiano de 'Housing first' ha sido seleccionado por el Observatorio Europeo de la Vivienda como una de "las buenas prácticas" que se están desarrollando actualmente en el continente para favorecer que la vivienda se convierta en un instrumento de inclusión social. Así lo recoge un informe elaborado por este organismo, dependiente del Housing Europe, en el que se analiza la implantación del proyecto y se destaca la iniciativa asturiana junto con las de países como Finlandia, Irlanda, Bélgica y Austria. El trabajo se enmarca en una serie de informes de investigación sobre las formas en las que los proveedores de vivienda pública abordan los desafíos sociales en Europa.