Los hechos sucedieron sobre las 01,30 horas, cuando se recibe una llamada anónima en el Centro Inteligente de Mando Comunicación y Control- (CIMMAC- 091) de la Jefatura Superior de Policía de La Rioja, en la cual, una voz masculina avisa de la existencia de un coche bomba en las cercanías del Ayuntamiento de Logroño, el cual iba a explotar a las cuatro de la madrugada, colgando la llamada cuando los agentes le interrogaron para que aportara más datos que clarificaran los hechos.

Inmediatamente desde el CIMACC- 091, se inició el dispositivo de búsqueda en la zona del Ayuntamiento, siendo comisionados indicativos policiales 'Z', indicativos de la Unidad de Prevención y Reacción (UPR), los cuales a los pocos minutos y tras tomar la medidas de seguridad que requieren este tipo de alertas, localizaron un vehículo que correspondía con los datos aportados por el llamante.

Posteriormente se personaron en el punto agentes Técnicos Especialistas en Desactivación de Artefactos Explosivos- Nuclear, Radiológico, Biológico y Químico

(TEDAX-NRBQ), realizando una primera

inspección del exterior del vehículo y localizaron adosada a los bajos del mismo una bolsa que fue extraída por los TEDAX,

realizado un primer análisis se determinó que contenía una sustancia que no eran explosiva, pero que si podría ser una sustancia estupefaciente.

Una vez realizada esta comprobación y estableciéndose que la

amenaza era falsa, los agentes localizaron al propietario del vehículo e iniciaron las primeras diligencias de investigación para determinar el motivo de dicha llamada y el objetivo que pretendía con ella.

Por parte del Grupo de Investigación se realizaron durante varias semanas investigaciones tendentes a la identificación del autor de los hechos, determinando tras el análisis de las llamadas, y otras gestiones técnicas, que el autor era un "conocido" del propietario del vehículo, con el cual tenía una serie de "desavenencias".

Una vez identificada esta persona, esta fue localizada, detenida y puesta a disposición judicial tras prestar declaración en dependencias policiales, siéndole imputado los delitos de Desordenes Públicos y Amenazas.

Significar que el Código Penal estipula que "quien afirme falsamente o simule una situación de peligro para la comunidad o la producción de un siniestro a consecuencia del cual es necesario prestar auxilio a otro, y con ello provoque la movilización de los servicios de policía, asistencia o salvamento, será castigado con la pena de prisión de tres meses y un día a un año o multa de tres a dieciocho meses".

La gravedad de la amenaza o su carácter terrorista supondría un agravante por el que la pena se impondría en su mitad superior, es decir, de siete meses y medio a un año de prisión.