La investigación se inició a principios de 2019 al tener constancia de la existencia de una familia cuyo modo de vida se basaba en la venta de estupefacientes y reveló que operaban como un entramado familiar de estructura piramidal, perfectamente organizado y jerarquizado, y con un claro reparto de funciones.
Entre los detenidos se encuentran el presunto jefe de la organización y sus dos hijos, hombres de confianza del primero, y máximos responsables de la bicefalia delictiva -cocaína y marihuana-, así como cultivadores y jardineros, vigilantes, y distribuidores del estupefaciente.
Una vez judicializada la información, y bajo la tutela del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción 4 de Roquetas de Mar, se fue desvelando la función de cada uno de los presuntos miembros del clan y se comprobó que tenían dos vías de entrada de dinero.
Una parte del clan se dedicaba al cultivo y tráfico de plantas de marihuana y, otros miembros, desconocedores de la labor de los primeros, adquirían partidas de cocaína en su estado más puro para realizarle posteriores 'cortes' y venderla al menudeo.
Todo el grupo criminal era liderado por un padre y sus dos hijos como lugartenientes, mientras que, según la Policía, en un escalón inferior se situaban los vigilantes y jardineros de las plantaciones ilícitas, todos ellos con vínculos familiares entre sí, y con los primeros, de modo que se alcanzaban niveles de seguridad y hermetismo insospechados.
La labor de investigación resultó extremadamente compleja al encontrarse los agentes con una organización con alto nivel de profesionalidad criminal, por lo que eran exageradamente rigurosos en la observancia de fuertes medidas de seguridad, y con gran capacidad económica.
LABORATORIO DE COCAÍNA
En el marco de la operación 'Vanidoso', los agentes registraron ocho propiedades en Vícar, El Parador, Roquetas de Mar y la Mojonera.
De los mismos, cuatro inmuebles situados en la barriada del Cosario de Vícar y la Mojonera estaban dedicados al cultivo de interior de plantas de marihuana y estaban dotados de sistemas de regadío, iluminación, ventilación y temperatura idóneos para la prosperidad de las plantaciones.
En dichos registros fueron intervenidas 746 plantas de marihuana, 83 transformadores, 119 lámparas, y 12 extractores de aire.
En el Parador de las Hortichuelas fue descubierto un piso utilizado como laboratorio para el corte y adulteración de la cocaína, y que a su vez servía de 'guardería' de la droga.
En el interior del mismo los agentes se incautaron de 1,6 kilos de cocaína en estado puro, 3,5 kilos de sustancia de corte, tres kilos de cogollos de marihuana, 100 gramos de hachís, una prensa hidráulica y diferentes moldes, cinco balanzas de precisión y otras sustancias químicas y útiles para la adulteración y empaquetado de las dosis de cocaína.
En el resto de registros practicados en las viviendas de los investigados, la Policía Nacional intervino cinco vehículos de alta gama, una escopeta y munición del calibre 12 milímetros, y 6.755 euros en metálico.
En esta ocasión, los agentes han podido poner a disposición judicial al electricista de la organización, persona que supuestamente se ocupaba del montaje de las ilícitas instalaciones eléctricas de las plantaciones, así como de solventar las frecuentes averías que en ellas se producían derivadas de los enganches irregulares a la red eléctrica.
De los arrestados, cuatro de ellos han ingresado en prisión provisional por orden del juez titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción 4 de Roquetas de Mar por presuntos delitos relacionados con el tráfico de drogas, pertenencia a organización criminal, y defraudación de fluido eléctrico.
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