Hace dos años ya estuvo en Galicia, ¿le gustó?

Aproveché para conocer y pasear y para probar los percebes. Parecen un pez elefante, pero están muy buenos.

¿Qué tiene la bossa nova que ningún artista brasileiro parece escapar de ella?

No sé. Yo era pequeño cuando empezó a aparecer la bossa nova y se extendió por el mundo. La música brasileira fue alcanzando varios países y eso continúa.

Pero sea bossa nova o samba, la música brasileira es inconfundible, no se parece a lo que se hace en ningún otro sitio.

Eso es algo que se extiende mucho por el Brasil. Tiene una mezcla de todo tipo. Hay indios, blancos, negros... Cada lugar de Brasil tiene un tipo de música. Cuando yo era pequeño la gente tocaba mucho por la noche. Yo, con 14 años era un corner, un cantante. Empezaba a cantar a las diez de la noche y acababa a las cinco de la mañana. Todo tipo de música se escuchaba aquí y yo canté hasta japonesa. Cantaba de todo. Pero cuando apareció la bossa nova, para mí fue muy fuerte, muy grande. Fui aprendiendo la música, pero era muy difícil de lograr la armonía. Cuando fui a la capital conocí a músicos profesionales y me di cuenta de que todo lo que yo hacía estaba equivocado, que tenía que volver a aprender todo. Pero estos músicos me dijeron que no, que nadie en el Brasil sabía hacer las cosas como las hacía yo. No sabía que quería de la música, sólo hacer música.

Sin embargo, su estilo se destaca por lo variado que es, de la samba al jazz y al rock, y con colaboraciones tan dispares como Duran Duran, Peter Gabril o Pat Metheny.

Te contaré dos cosas. Cuando estuve en Dinamarca, en el cartel ponían los nombres de los artistas y su estilo. Ponía Milton Nascimento, Milton. (Risas). Y el año pasado grabé con una orquesta sinfónica y un periodista me preguntó cómo era para mí cantar con una orquesta sinfónica. Le dije que yo no tengo la cabeza cerrada. Cada vez que me llama alguien para cantar, para mí es una alegría. Hace poco probé con un grupo de heavy metal y no fui difícil cantar heavy, aunque algunas canciones están un poco locas.

Le falta probar con el flamenco.

Siempre me gustó la música española y escucho mucha música española, pero aún no grabé flamenco. Porque no apareció la oportunidad, pero si me llaman voy.

Habrá que decírselo a Paco de Lucía o a otros músicos.

O a todos. (Risas).

Es uno de los máximo exponentes de la generación post bossa nova, ¿por qué decidió regresar a este estilo, casi medio siglo después?

Iba mucho a casa de Tom Jobim y todas las veces que iba allí siempre tenía una música nueva. Un día me dijo, ¿no quieres grabar todas mis canciones? Pero no pudo ser. Su hijo Paulo dice que Tom Jobim decía que la única canción que podía cantar sus canciones era yo. Eso me hizo mucha ilusión y el año pasado, me junté con el Trío Jobim, que son el hijo y el nieto de Tom y Paulo Braga, en un concierto para celebrar el 80 aniversario de Tom. Cuando acabó el show todos nos dijeron que teníamos que grabar un disco. Es más un homenaje a Tom Jobim que a la bossa nova entera.

Acaban de publicarlo y de iniciar la gira, ¿cómo responde el público?

Es muy bonito. Además, Daniel es la prueba viviente de eso que dicen de que el nieto siempre es la persona que más se parece al abuelo. Cuando lo oyes cantar te dan ganas de llorar.

Para aquellos que no sepan quién es Jobim ni qué es la bossa nova, ¿cómo los convencería para ir a su concierto?

Pues... Por curiosidad. Porque es una música brasileira con mucho legado.