Esta iniciativa trata de trasladar a la población que el agua embotellada produce contaminación, tanto por el uso de combustibles en su transporte como por los residuos plásticos que genera, y que el agua del grifo que se sirve en Binéfar cuenta con totales garantías sanitarias.

Desde el área de Medio Ambiente han destacado que las principales causas por las que los binefarenses dicen beber agua embotellada son "el mal sabor del agua del grifo" y porque "la embotellada es más sana, es de manantial". Sin embargo, según los técnicos del Consistorio binefarense, ambas premisas se pueden rebatir.

En primer lugar, han señalado que el agua que se bebe en Binéfar tiene su origen en el Pirineo y pasa numerosos controles sanitarios, análisis de contaminantes y cuenta con todas las garantías sanitarias -al igual que las aguas embotelladas-. La aptitud y los tipos de análisis que se realizan se pueden consultar en página web del Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social a través del Sistema de Información Nacional de Aguas de Consumo (SINAC)

Por otra parte, el agua del grifo es más barata que el agua embotellada -unas 150 veces más barata-. Además, no contamina, no necesita ser transportada en camiones y la presión de las tuberías hace que llegue a los domicilios sin gasto de energía.

Por el contrario, el agua embotellada consume combustible y emite gases contaminantes en su transporte desde la planta embotelladora hasta el supermercado. Beber agua del grifo también evita tener que acarrear las pesadas garrafas o botellas en las que se presenta.

Asimismo, el agua del grifo no deja residuos. En cambio, el agua embotellada en plástico consume recursos -plástico que se extrae del petróleo- y deja un residuo que es el envase, el cual, en un determinado porcentaje, no se lleva al contenedor amarillo y acaba en vertederos o en la naturaleza.

Todas estas razones tratará de trasladar la campaña 'El agua, ¡mejor del grifo!' a los consumidores. La primera actuación ha tenido lugar este jueves y ha consistido en una cata a ciegas entre la población para distinguir entre agua embotellada y agua del grifo. Según han informado desde el Ayuntamiento de Binéfar, el resultado ha sido que los voluntarios, en su gran mayoría, no distinguían el agua del grifo de la embotellada de diversas marcas.

De igual manera, la campaña se extenderá a la hostelería, concienciando sobre el gesto ambiental de que los clientes puedan pedir agua del grifo en jarra. Dos educadoras ambientales están explicando a los establecimientos los pormenores de esta acción.

Cuenta con personal especializado, como las técnicos municipales que se han ocupado de la realización de contenidos -licenciadas en Biología y Ciencias Ambientales-. La iniciativa cuenta, asimismo, con la subvención -un 80 por ciento del coste- de la Diputación Provincial de Huesca (DPH).