Según han informado desde la entidad en un comunicado, los usuarios están acompañados por un voluntariado de Cruz Roja y los dispositivos de baño adaptado consisten en sillas anfibias, muletas (andadoras) y chalecos salvavidas.
"El baño adaptado es un ejemplo de cómo Cruz Roja utiliza la innovación y la tecnología para mejorar la atención a las personas y grupos más vulnerables para que puedan disfrutar del mar con seguridad", ha explicado la responsable del área de Salud, Socorros y Emergencias de la organización en Baleares, Victoria Avellà.
Asimismo, Cruz Roja en Baleares también ofrece servicios de vigilancia y atención directa a las personas con actividades y consejos para protegerse en un total de 15 playas del litoral balear. Participan más de 50 profesionales del salvamento y socorrismo.
Más concretamente, contempla la puesta en marcha de distintas iniciativas de carácter preventivo con el fin de evitar los accidentes propios del periodo estival, como las insolaciones, quemaduras solares, golpes de calor, cortes de digestión o lesiones producidas por animales marinos.
El dispositivo de Cruz Roja en playas ofrece, además del rescate de personas en riesgo inminente de ahogamiento, las asistencias a embarcaciones o las evacuaciones a centros hospitalarios.
Gracias a este despliegue, Cruz Roja en Baleares realizó más de 8.800 atenciones en 2018. La mayor parte fueron asistencias sanitarias, que incluyen atenciones a personas afectadas por picaduras, esguinces, luxaciones y erosiones, incluidas las asistencias sociales a personas con movilidad reducida.
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