Así contestaba Gallardón hoy, a su llegada a Madrid, a la pregunta formulada por los periodistas sobre las declaraciones de la concejala del Ayuntamiento de Madrid, Ana Botella.

Botella relacionó el hecho de que "los votos que tenía Nueva Yorkcuando Madrid estaba a la cabeza" fueran para Londres con actos comoque el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero no selevantara en el desfile de la hispanidad de 2003 al paso de la banderade EEUU.

El alcalde quiso dejar claro con estas declaraciones que "hemos conseguido un movimiento de unidad que vamos a mantener".

Políticos, empresarios, deportistas e informadores compartieron unvuelo en el que comenzó dominando el silencio, pero más que por elestado de ánimo tras la eliminación de Madrid, por intentar compensarlas escasas horas de sueño de los últimos días debido al intensotrabajo y a la imposibilidad de adaptarse en poco tiempo al horario deSingapur.

Superada esa primera fase se

sucedieron los corros en los pasillos del avión ylas barajas hicieron acto de presencia, al tiempo que el alcalde deMadrid, Alberto Ruiz-Gallardón, aprovechó para agradecer personalmentea los periodistas su trabajo y el respaldo que habían dado a lacandidatura madrileña.

Ruiz-Gallardón y los informadores siguieron lucubrando y cruzandointerpretaciones sobre las sucesivas votaciones para designar la sedede los Juegos y hubo ánimos mutuos tras lo conseguido por Madrid, "serbronce a la primera", en palabras del alcalde, tras competir conciudades de la categoría de París, Londres, Nueva York y Moscú.

La situación en la que queda París tras el nuevo rechazo a sucandidatura para albergar los Juegos y la continuidad de lacolaboración entre Madrid y las ciudades que aspiraban a ser subsedesen 2012 estuvieron presentes en las charlas distendidas que dieron pasoa decenas de fotos de los periodistas con el alcalde y a algunas en lasque éste hizo de fotógrafo.

Y no faltó una promesa de Ruiz-Gallardón a los periodistas, esta vezalejada del terreno político: mañana empezará un régimen para recuperarlos kilos perdidos en los últimos meses por la incesante actividadligada a la candidatura de Madrid.

Con ánimo recobrado y cuando el cavahabía sembrado de brindis el avión, llegaron las primeras noticias delos atentados perpetrados en Londres, que fueron acogidas conincertidumbre y con comentarios sobre un inevitable paralelismo con loocurrido el 11 de marzo de 2004 en Madrid.

Ruiz Gallardón mantuvo conversaciones telefónicas con sus colaboradoresen Madrid para recibir detalles de lo ocurrido y el presidente del PP,Mariano Rajoy, contactó también con el secretario general de suformación política, Angel Acebes.

Entre la información que ellos aportaban y la proveniente de RadioExterior que el comandante del avión hacía que se escuchara por losaltavoces, todos se fueron haciendo una idea del caos vivido hoy enLondres y se sucedieron reacciones de condena.

Y también interpretaciones sobre si los terroristas decidieron actuaren Londres por los Juegos, por la cumbre del G-8 o por ser Tony Blairuno de los protagonistas de la foto de las Azores.

Fue el momento para que numerosos miembros de la delegación, entreellos el vicealcalde, Manuel Cobo, y el consejero delegado de Madrid2012, Feliciano Mayoral, reforzaran su

crítica a la intervención que tuvo ayer ante la Asamblea del COI el Príncipe Alberto de Mónaco.

Una intervención en la que interrogó por la garantía de seguridad deunos Juegos en Madrid tras la última explosión de un coche-bomba en elaparcamiento del estadio de La Peineta.

Lo ocurrido hoy en Londres demuestra, según el sentir general de ladelegación, que ninguna ciudad está libre de ser objeto de un atentadoy que la intervención de ayer de Alberto de Mónaco es impropia no comomiembro del COI, sino por su condición de jefe de Estado.

La zona en que se encontraban los representantes políticos se convirtióen un improvisado y atestado locutorio desde el que los periodistas, afalta de una de sus armas más preciadas, el móvil, debido a que no estáoperativo en vuelo, utilizaron los teléfonos existentes en los asientosde la zona "vip" para hacer llegar a sus medios las declaracionespolíticas sobre lo sucedido en la capital británica.

Eso sí, bajo pago de casi diez dólares por minuto.

Además de Ruiz-Gallardón y Cobo, políticos como Jaime Lissavetzky, RosaAguilar, Trinidad Jiménez o Inés Sabanés departieron con losperiodistas sobre los atentados, pero la presencia en la zona de losinformadores de los representantes del ámbito deportivo se limitó alpresidente del Atlético de Madrid, Enrique Cerezo, al ex tenista ManuelSantana, y al atleta olímpico Fermín Cacho.

Fue el comandante del avión el que en un momento del trayecto aprovechópara felicitar a este deportista y a Fermín Lucas, presidente delIFEMA, por el día de su santo, al tiempo que lamentó que otro de lospasajeros, el pentacampeón del Tour, Miguel Induráin, no haya podidocelebrar desde el principio en Pamplona las fiestas de la ciudad. Casicatorce horas después del despegue de Singapur, el vuelo especial deIberia aterrizaba en Barajas, un aeropuerto que tendrá que seguiresperando para ver el desembarco en pleno de la Familia Olímpica.