Juan Carlos Ferrando es a día de hoy el único representante de la asociación en La Rioja, que no el primero ya que Francis Paniego fue socio fundador de JRE en España en 1992.

El chef Juan Carlos Ferrando entra así a formar parte del exclusivo grupo JRE (Jeunes Restaurateurs). Una asociación con presencia en 16 países, que cuenta en España con 18 restaurantes representados, y en Europa con más de 300. Entre sus asociados suman 175 estrellas Michelín, y reconocimientos que encabezan las listas de los World 50 Best Restaurants, los World best Award, galardonados por la Academia de la Gastronomía Española o por la Guía Repsol.

Todos sus miembros, además de ser menores de 42 años de edad, comparten el manifiesto JRE que implica contribuir a crear y mantener un grupo de profesionales de hostelería, jóvenes apasionados y con talento, que promuevan y apoyen la próxima generación de Chefs y Restauradores. Con el lema Never Ending Passion

siempre presente, JRE quiere engrandecer la herencia culinaria de cada región y promover la innovación de la cocina regional contemporánea sin perder las raíces. Para Juan Carlos Ferrando: "es un honor y una responsabilidad, representar y defender los valores de JRE desde La Rioja".

Juan Carlos Ferrando nació en Buenos Aires el 18 de julio de 1978. Allí aprendió a guisar siguiendo los cánones de la cocina francesa en el Liceo Francés. Llegó a España en 2001 donde comienza su trayectoria profesional. El restaurante Casa Masip de Ezcaray (La Rioja) fue su casa durante dos años. Le siguieron Zortziko de Bilbao, Portalón de Logroño, Hotel Villa de Laguardia y Hotel Viura en Villabuena de Álava. En diciembre de 2018 emprende el gran proyecto de su vida en Logroño, su restaurante Juan Carlos Ferrando, que compagina con las tareas de chef del Restaurante Mahasti de Hondarribia.

Su cocina es tradicional e innovadora a partes iguales. Con inspiración riojana, vasca y francesa y con un producto de temporada excelente. El resultado es una cocina aparentemente sencilla, de tres o cuatro ingredientes por plato tratados con una técnica impecable. Una cocina en la que ves y sabes lo que comes, sin necesidad de explicaciones.