El Faro de San Juan, en Gozon, es una de las localizaciones favoritas de fotógrafos e 'instagramers'.
El Faro de San Juan, en Gozon, es una de las localizaciones favoritas de fotógrafos e 'instagramers'.
Toño Escandón

En busca del verano más fresco (y fotogénico) de España

Playa, sol, aguas cristalinas, paisajes de ensueño perfectos para ser retratados o establecimientos que se quedan para siempre en la memoria. Todo eso puede encontrarse durante unas vacaciones en las que, además, las temperaturas son, de media, 10 grados inferiores a las peninsulares.

Asturias es un paraíso verde, pero su atractivo pasa también por esa calma de hacer turismo sin tener que preocuparse de la hora del día o del aire acondicionado; de poder dormir en calma, con una sábana o incluso una manta que nos cubra gracias a la orografía y la cercanía al mar de su territorio.

Esa naturaleza que regula las temperaturas es, además, muy retratable. Valles, bosques, ríos, lagos y playas muy bien preservadas dibujan un paisaje idílico perfecto para fotógrafos e instagramers que quieran compartir con sus seguidores las mejores estampas vacacionales.

A lo largo de la costa verde es fácil encontrar calas solitarias, pero también puertos pesqueros, acantilados o farosde aspecto único. De Occidente a Oriente, las recomendaciones son diversas. Se puede empezar, por ejemplo, por el puerto de Castropol, a un paso de Galicia, y admirar la inmensidad de la ría del Eo y del Puente de los Santos.

La playa de Penarronda, en Castropol, es uno de los puntos imprescindibles en la zona occidental.
La playa de Penarronda, en Castropol, es uno de los puntos imprescindibles en la zona occidental.

La playa de Penarronda, en Castropol, es uno de los puntos imprescindibles en la zona occidental. Fotografía: Pablo López.

Es uno de los paisajes de ensueño que guarda la costa de Asturias, pero no el único. Cerca se ubica la piscina natural de agua salada de Tapia de Casariego, única en Asturias por su construcción sobre agua cetárea; y el faro de San Agustín de Ortiguera, guardado por una torre cilíndrica de 82 metros de alto y adornada por unas pintorescas rayas horizontales en blanco y negro.

Otro punto imprescindible si lo tuyo es la fotografía: el puente del Beso en el barrio de pescadores de Luarca, una localización que guarda la trágica historia de amor entre el temido corsario Cambaral y la hija de un noble caballero.

Además del puente del Beso, Luarca cuenta con distintos rincones perfectos para fotografiar.
Además del puente del Beso, Luarca cuenta con distintos rincones perfectos para fotografiar.

Además del puente del Beso, Luarca cuenta con distintos rincones perfectos para fotografiar. Fotografía: Mampiris. 

Si existe un momento idóneo para fotografiar ese es, sin duda, el atardecer. La puesta de sol es todavía más espectacular desde miradores como el de cabo Vidío, en Cudillero, una ventana única al Cantábrico; o desde el puerto de San Esteban de Pravia, con sus grúas y cargaderos que conserva como único puerto carbonero de España.

Cudillero cuenta con distintas localizaciones desde las que disfrutar del mejor atardecer. La playa de Gueirúa es una de ellas.
Cudillero cuenta con distintas localizaciones desde las que disfrutar del mejor atardecer. La playa de Gueirúa es una de ellas.

Cudillero cuenta con distintas localizaciones desde las que disfrutar del mejor atardecer. La playa de Gueirúa es una de ellas. Fotografía: Manuel S. Calvo. 

Pero nadie puede visitar Asturias sin pensar en su gastronomía, detalle que también es muy instagrameable. El muelle de Candás, por ejemplo, cuenta con unas cuantas terrazas en las que la foto perfecta está asegurada. Como acompañantes, la mejor sardina y una buena sidra.

Siguiendo la ruta hacia el Oeste nos encontraremos con los pasos de Carlos V en el puerto de Tazones, donde desembarcó para ser coronado en 1517. Todavía más atrás en el tiempo, hasta el Jurásico, podremos llegar en Colunga. Allí encontraremos espectaculares réplicas de dinosaurios que te permitirán revivir aquella época.

Colunga guarda multitud de rincones para perderse en el pasado. El Faro de luces, además, permite conectar de forma directa con la naturaleza.
Colunga guarda multitud de rincones para perderse en el pasado. El Faro de luces, además, permite conectar de forma directa con la naturaleza.

Colunga guarda multitud de rincones para perderse en el pasado. El Faro de luces, además, permite conectar de forma directa con la naturaleza. Fotografía: Noé Baranda.

También es punto de referencia internacional la entrada a la cueva de Tito Bustillo, en Ribadesella. El descenso del río que da nombre al concejo es su atracción más conocida, pero cuenta con muchas más esperando a ser descubiertas.

Otros de los puntos de referencia, imprescindibles en cualquier visita: el de la playa de Gulpiyuri y sus aguas cristalinas; y los Cubos de la Memoria en la escollera del puerto de Llanes, que firma el artista Agustín Ibarrola. Ya en el límite de Asturias con Cantabria, uno de los puentes de Bustio deja atrás la última villa marinera del pasaje astur.

Los acantilados asturianos guardan una belleza imponente. En la zona oeste, pueden visitarse algunos como los de Bufones de Pria, en Llanes.
Los acantilados asturianos guardan una belleza imponente. En la zona oeste, pueden visitarse algunos como los de Bufones de Pria, en Llanes.

Los acantilados asturianos guardan una belleza imponente. En la zona oeste, pueden visitarse algunos como los de Bufones de Pria, en Llanes. Fotografía: Manuel S. Calvo.