La Audiencia retoma este martes el juicio al empresario que medió en el fichaje de Casillas por el Oporto

  • La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Baleares retomará este martes el juicio al empresario Santos Márquez, que medió en el fichaje del ex portero del Real Madrid Iker Casillas por el Oporto, por un presunto delito de administración desleal, por el que el empresario se enfrenta a una pena de cuatro años de cárcel.
El empresario que medió en el fichaje de Iker Casillas por el Oporto, Santos Márquez, en el banquillo de los acusados de la Audiencia Provincial, en el juicio por administración desleal
El empresario que medió en el fichaje de Iker Casillas por el Oporto, Santos Márquez, en el banquillo de los acusados de la Audiencia Provincial, en el juicio por administración desleal
EUROPA PRESS
El empresario que medió en el fichaje de Iker Casillas por el Oporto, Santos Márquez, en el banquillo de los acusados de la Audiencia Provincial, en el juicio por administración desleal

Según los escritos de acusación de la Fiscalía y de la representación de otro empresario perjudicado -defendido por el letrado Jaime Campaner-, en 2008 Santos Márquez y el denunciante constituyeron una sociedad de servicios de intermediación y gestión en el mercado de fichajes. Márquez actuaba como agente en exclusiva para la sociedad y el denunciante aportaba los fondos para las gestiones.

Según la Fiscalía, el acusado, "con intención de obtener un beneficio económico" inició en junio de 2015 las actuaciones para la contratación de Iker Casillas por el Club de Fútbol Oporto en las temporadas 2016/2017 y 2017/2018.

Con esto obtuvo un acuerdo con el mánager del jugador por el que éste reconocía adeudar una cantidad de 444.750 euros a otra sociedad de Márquez, a espaldas de su socio.

Sin embargo, según la acusación particular, su socio había estado aportando regularmente los fondos necesarios para que Santos Márquez pudiera desarrollar su actividad. Esto incluía el alquiler de una casa en Madrid y otros gastos personales.

En este sentido, la acusación particular señala que entre el Márquez y el perjudicado existía no sólo una relación profesional sino también de confianza, por lo que además de la apropiación indebida atribuye al acusado un presunto delito de estafa.

El fiscal pide por estos hechos cuatro años de prisión, una multa de 3.000 euros y que indemnice al denunciante con los 440.750 euros de las comisiones.

Por su parte, la acusación particular reclama seis años de prisión, multa de 5.400 euros y la misma indemnización que la Fiscalía más 22.400 euros por los gastos de su actividad negociadora entre los meses de junio y julio.

MÁRQUEZ DICE QUE YA ESTABA DESVINCULADO DE SU SOCIO

En la primera sesión del juicio, que tuvo lugar el 27 de junio, el acusado aseguró que ya estaba desvinculado de su socio cuando se hizo la operación. El empresario, que actualmente tiene 66 años, indicó que en 2012 vendió su participación al padre de su socio; desde entonces considera que ya estaba desvinculado de la empresa, Mallorca Viva SL, y que el contrato original ya no tenía "ninguna validez".

Sostuvo que a partir de ahí actuaba como "agente libre", si bien le propuso distintas operaciones a la sociedad, pero ya no trabajaba con ellos "en exclusiva". Según Márquez, sus antiguos socios sabían que también realizaba gestiones al margen de su colaboración con Mallorca Viva SL.

Además, defendió que los viajes que hizo a Portugal que pagó la empresa fueron por gestiones relacionadas con Paulinho, otro futbolista representado por la sociedad, del que él era el agente.

Por su parte, el empresario denunciante contradijo su versión. Contó que aceptaron comprar sus participaciones para echarle "una mano" porque tenía una deuda, pero que continuaron trabajando del mismo modo, y que nunca se rescindió formalmente el contrato de 2008.

Mallorca Viva SL siguió haciéndose cargo de los gastos de Márquez hasta 2015, incluyendo las cuotas de autónomo, una nómina, contrato de teléfono, un canal de televisión de pago especializado en deporte, un coche e incluso un piso en Majadahonda con una renta mensual de 1.800 euros.

Paralelamente, el representante de Iker Casillas, Carlo Cutropia, declaró, en calidad de testigo, que cuando Márquez negoció la operación lo hizo actuando en nombre propio, y no como Mallorca Viva SL.

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