Una directiva de la Unión Europea relativa a la protección de las aves obliga a España establecer medidas para conservar las especies de aves que viven en estado salvaje, por lo que las diferentes comunidades autónomas han tenido que dejar de autorizar la caza y captura de aves cantoras en sus territorios. Desde 2018 Andalucía no ha autorizado la captura de fringílidos.

Por este motivo, cuando una patrulla del Seprona de la Guardia Civil de Motril y una patrulla de la Guardia Civil de Almuñécar sorprendieron junto al río Jate, en el término municipal de Almuñécar, a tres individuos utilizando dos redes abatibles de dos hojas de unos tres metros de longitud, después de haber capturado 11 jilgueros y 1 pardillo común, les informaron de que habían cometido un delito contra la flora y la fauna silvestre por lo que instruyeron diligencias en calidad de investigados.

Las aves que habían capturado fueron puestas en libertad en presencia de los investigados y las redes con las que realizaban las capturas, retiradas y depositadas a disposición judicial.