Los actos han comenzado a las 9.45 horas con el traslado de la comitiva municipal presidida por el alcalde Daniel de la Rosa desde el Ayuntamiento hasta la Catedral, donde a las 10 horas se ha celebrado una misa presidida por el arzobispo Fidel Herráez.

A las 11 horas, se ha producido el traslado de la imagen de Nuestra Señora Santa María la Mayor en andas desde el interior del templo hasta la plaza del Rey San Fernando, donde acto seguido ha comenzado la ofrenda floral, organizada por el Comité de Folclore Ciudad de Burgos y que este año ha contado con unas 40.000 flores para confeccionar el altar a la Virgen.

La ofrenda floral ha finalizado, como es tradición desde hace más de 60 años, con el popular baile de los gigantillos y una multitudinaria jota burgalesa, en la que han participado miembros del Comité de Folclore.

En 1954, se eligió en Burgos la primera reina de las fiestas, María Mercedes Moliner, a la que las peñas, agrupaciones y casas regionales de la ciudad regalaron ramos de flores en señal de homenaje a su elección.

Moliner, de una forma espontánea, recogió todos los ramos y decidió depositarlos en el altar mayor de la Catedral en señal de ofrenda a Santa María la Mayor, lo que motivó que al año siguiente el acto se incluyese de forma oficial en la programación de fiestas.

Desde entonces, la ofrenda ha tenido diferentes escenarios, desde el interior del templo catedralicio a la plaza de Santa María y la plaza del Rey San Fernando, donde en las últimas décadas se ha celebrado este acto floral, considerado uno de los más antiguos de España, después de las ofrendas a la Virgen de los Remedios en Alicante, que se creó en 1941, y a la Virgen de los Desamparados en Valencia, que data de 1945.