Tercer disco ya ¿Se siente más consolidado?

Bueno el trabajo de estos años atrás creo que ha servido para que haga las cosas mejor. Me siento más músico ahora. ¡Es que empecé con 17 años, eh!

Impacta su imagen en las fotos del disco y ese título, Amasijo de porrazos. ¡Parece que le hubieran pegado una paliza!

¡Jajajaja! Sí. La sesión de maquillaje fue muy intensa. Me lo hicieron unos amigos que maquillan para pelis de terror. Lo que quería con este título y las fotos es que el disco reflejara toda esa andadura, ese aprendizaje y los golpes que me ha dado la música. Porque he tropezado con piedras, he tenido momentos buenos y malos. En un disco sólo se queda lo bonito pero los momentos malos se quedan dentro de ti.

Han pasado dos años del disco anterior ¿cómo se grabó este álbum?

El trabajo previo ha sido largo pero al final fue ¡llegar y pegar! La grabación la hicimos en una semana. ¡fue llegar y pegar!

¿Cómo es Amasijo de porrazos?

Es más maduro en cuanto a las letras precisamente por eso que quería plasmar. He querido darle otro punto más rockero, más salvaje y crudo y que se viera un poco la influencia guiri de los clásicos de toda la vida.

Hay importantes colaboraciones…

Así es. Canta el Lichis, de La Cabra Mecánica, Kutxi, de Marea, Fernando Madina, de Reincidentes, Gerardo, de Vantroi, y Txus de Disidencia. Al Lichis era al único que no conocía de antes. A los demás, sí, de las giras y eso. Les propuse que aparecieran en el disco. A Kutxi le dije que quería una colaboración distinta y me escribió un poema como introducción del segundo tema, El bueno, el feo y el malo.

¿Alguna canción más especial?

La primera canción del disco, que la dedico a mi guitarra ¡no la toco, la aporreo! (risas).

Sólo tiene 24 años y ya tiene tres discos y muchos fans ¿le da vértigo ir tan rápido?

(Risas) ¡¿Quién dijo miedo?! A mi me encanta esto. Yo lo que hago es escribir canciones y vivo para esto. Mientras tenga creación, pa’lante. El día que ya no escriba diré “hasta aquí hemos llegado”.

El día 18. El del viernes en la FNAC será un acústico con Carlos Romero (guitarra) y Jesús Pedrote (batería y cajón). Pero será un acústico fuera de lo normal, no el típico del tío sentadito con su guitarra. Será bastante eléctrico, cañero, ¡con un par de huevos! (risas).

¿Para cuándo un concierto en sala en Sevilla?

Ya para después de verano. Lo de hoy es como un anticipo porque cuando toque en mi ciudad quiero hacer algo gordo, algo especial.

Aún no ha llevado su rock fuera de España…

¡Qué va! Soy producto patrio (risas). La verdad es que me gustaría pero creo que a partir de octubre me llevarán a México y Alemania. Algo hay por ahí.

BIO_DATOS Alberto Romero, 24 años y sevillano de nacimiento es Albertucho de adopción para el público rockero. Que se callen los profetas (2004) fue su primer álbum, al que siguió Lunas de mala lengua (2006).