Joey Van den Broeck, un belga de veintiún años de edad, había sido acusado de atacar a su novia y resistirse al arresto, y tuvo la mala suerte de fallecer en un hospital de la localidad de Amberes después de sufrir un accidente de coche, horas antes de la celebración del juicio.

Según explicó un portavoz de la corte de Amberes, "el sujeto desobedeció la citación a declarar después de haber golpeado a su novia".

La vista continuó sin su presencia, sumándole a los cargos anteriormente citados, la presunción de culpabilidad que deriva de la negativa a presentarse a declarar, sin saber que las razones de la ausencia eran de mucho peso, según publica el Daily Telegraph.

Finalmente, en ausencia obviamente del acusado, el juez lo condenó a ocho meses de prisión y a pagar una multa de 570 euros.