"Quería desfigurarle la cara para que el otro hombre que salía con ella la repudiara".

Rachid Bennis, el marroquí acusado de asesinar a su mujer Noura Hichou, la madre de sus cuatro hijos, no dio ninguna muestra de arrepentimiento frente al jurado popular que decidirá su futuro. El acusado fue juzgado ayer por los hechos que ocurrieron en la tarde del día 4 de octubre de 2006 en la barriada de es Rafal de Palma, según publica el Diario de Mallorca.

Moura fue apuñalada por su esposo a quien ya había denunciado varias veces por malos tratos. Durante el juicia el acusado aseguró que en la fecha de los hechos se sentía amenazado por el hermano de su esposa "y por cuatro hombres que vinieron de Marruecos para matarme". Lo cierto es que esa tarde Rachid salió al encuentro de su mujer cuando salía de trabajo. El acusado iba acompañado de su hijo mayor. Aunque dijo que fue un encuentro "casual", los testigos que declararon ayer tarde le desmintieron. La siguiente escena ya ocurre en el parque de es Rafal. "Me dijo que tenía otro hombre que era mucho mejor que yo. Perdí el control, saqué el cuchillo y la ataqué". Pero el hombre mantiene que su intención no era matarla, sino sólo lesionarla. Rachid huyó del lugar y abandonó a su mujer, que se desangró en la calle.

Huyó con su hijo en el coche. Estuvo cuatro días escondido en la habitación de un piso que el día antes del crimen había alquilado su hermana. "No recuerdo nada de lo que ocurrió. No sé como llegué a esa casa, ni tampoco sabía que Noura estaba muerta".

Tenía una orden de alejamiento

Además del crimen, por el que las acusaciones solicitan una pena de 20 años de cárcel, también le imputan un delito de quebrantamiento de condena, por el que reclama un año más de prisión. Rachid ya había sido condenado por amenazar a Noura y tenía prohibido acercarse a la mujer.

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