Un joven ha sido condenado a dos años de cárcel por agredir sexualmente a una niña, delito que cometió a los 20 días de quedar en libertad, tras ser condenado a cuatro años de cárcel por delitos de exhibicionismo ante otras cinco menores.

La sentencia del juzgado penal 2 de Sevilla condena a G.E.B., de 21 años, porque a las 7.15 horas del 23 de mayo de 2007 abordó a una menor de 16 años, la acorraló a la fuerza en unos matorrales y se masturbó ante ella.

Los hechos ocurrieron en la calle doctor Pedro de Castro de Sevilla, donde el acusado sujetó a la niña por el cuello, la llevó a la fuerza hacia los matorrales y comenzó a masturbarse, aunque en un descuido la menor pudo darle un codazo y huir.

Esta agresión sexual tuvo lugar exactamente a los 20 días de que G.E.B. quedase en libertad tras haber sido juzgado y condenado a 4 años de cárcel por delitos de exhibicionismo ante cinco niñas, a las que abordaba a la salida del colegio.

En libertad

Tras la publicación de la sentencia el 3 de mayo de 2007, el acusado quedó en libertad ese mismo día en virtud del principio de acumulación de condenas, pues el juez le impuso dos años de cárcel por un delito de abuso sexual contra una de las niñas y seis meses por cada uno de los otros cuatro delitos de exhibicionismo.

G.E.B. había estado privado de libertad desde octubre de 2006, cuando fue detenido y acusado inicialmente de exhibicionismo

En la nueva sentencia, el juez considera válida la identificación del acusado realizada por la víctima, que fue "de una claridad meridiana" y en la que no encontró "contradicción alguna ni causa de inverosimilitud".

Trabajando de aparcacoches

El acusado alegó en su defensa que a esa hora estaba trabajando como aparcacoches en la zona de la Capitanía militar, pero la sentencia destaca que el lugar se encuentra a "dos minutos andando" del punto donde abordó a la niña y que la acción perpetrada no debió durar más de 5 minutos.

El juez impone al procesado dos años de cárcel por agresión sexual y el pago de 600 euros de indemnización, pues cometió un acto de violencia y otro contra la libertad sexual al obligar a la niña a "presenciar un acto de contenido sexual contra su voluntad" y mediante el empleo de fuerza.